Esta es la venezuela después de Chavez: calles inundadas por los gritos de miles de personas que exigen la dimisión de un Nicolás Maduro que hace oídos sordos mientras celebra el aniversario de su predecesor. Dos imágenes que chocan: la de los opositores en el barrio de San Cristobal con la del oficialismo en la plaza Bolívar. Venezuela se siente dividida en unas calles cuyo tránsito resulta complicado por las numerosas barricadas. Obstáculos que no impiden el reclamo del fin de la violencia y el recuerdo a unas víctimas, ya mártires del conflicto venezolano. Pero los enfrentamientos aumentan entre cócteles molotov y gases lacrimógenos. Escondidos detrás de sus escudos, la policía intenta controlar a los manifestantes por tierra y también por aire. Una lucha en la que los dos bandos han decidio conmemorar la muerte de Hugo Chávez de diferente manera.