El juicio empezó este lunes en el Tribunal Supremo de Pretoria y antes de que comenzaran las declaraciones de los testigos, acusación y defensa han aceptado la culpabilidad de Pistorius de matar a tiros a su novia, la modelo Reeva Steenkamp a través de la puerta del baño. Pero la defensa del corredor paraolímpico mantiene que no fue un asesinato, si no en defensa propia, ya que pensaba que se trataba de un intruso.
Sin embargo, la versión del primer testigo, Michell Burger, vecina de Pistorius, ha declarado que su marido y ella estaban durmiendo cuando unos "gritos espeluznantes" les despertaron. Además añadió en su declaración que "se podían oír gritos que hielan la sangre. No se puede traducir en palabras, la ansiedad en su voz y el miedo. Te dejan frío".
Un juicio que le puede valer al atleta la condena perpetua si demuestra que efectivamente no fue "asesinato premeditado" como alega la Fiscalía.