La Policía Federal australiana ha explicado que el equipo antiterrorista ha realizado estas detenciones en el marco de la Operación Appleby, que se centra en posibles ataques en territorio nacional y en la marcha de australianos a Siria para combatir.
Uno de los detenidos, de 20 años, ha sido acusado de posesión de documentos "diseñados para facilitar un ataque terrorista", por lo que podría ser condenado hasta a quince años de prisión, según ha informado la cadena de televisión australiana ABC News.
el comisionado adjunto de Seguridad Nacional, Michael Phelan, ha explicado que los documentos "hablaban un poco" sobre potenciales objetivos gubernamentales. "No había amenazas contra el primer ministro", ha explicado.
Sin embargo, algunos de esos objetivos potenciales especifican entidades federales y estatales, aunque Phelan ha matizado que no hay pruebas se planificase un ataque terrorista "inminente", aunque ha precisado que "la investigación no ha acabado".
Estas dos detenciones se han producido una semana después de que un islamista secuestrase una cafetería de Sídney y colgase una bandera yihadista, en un ataque en el que murieron tres personas y por el que ha aumentando el miedo hacia este tipo de atentados.
Ante este temor, Phelan ha explicado que con motivo de las fiestas de Navidad, se producirá un amplio despliegue de fuerzas de seguridad en zonas públicas, además de animar a la población a colaborar con las fuerzas de seguridad.
"El motivo de nuestro éxito es que la gente nos da información", ha afirmado la también comisionada adjunta Catherine Burn. "Es realmente importante cuando la gente hace sus actividades diarias que nos informe si ve cualquer cosa sospechosa", ha subrayado.