Instituciones internacionales y altos cargos se levantan contra la violencia en Egipto

Noticias Cuatro 14/08/2013 19:27

Hoy, las fuerzas de autoridad han iniciado el desalojo de las acampadas que protagonizan desde hace semanas centenares de seguidores del expresidente, provocando en las disputas más de un millar de heridos y más de un centenar de fallecidos.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha condenado la violencia registrada en las calles y ha lamentado que las autoridades "hayan elegido la fuerza para responder a las manifestaciones" organizadas tras el derrocamiento de Morsi.

Ban, quien ha mostrado sus condolencias a las familias de los muertes y heridos, a través de un comunicado de Naciones Unidas ha instado a "todos los egipcios" a "centrar sus esfuerzos" en la "reconciliación", toda vez que "la violencia y la incitación no responden a los retos" a los que se enfrenta el país.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se ha mostrado "profundamente preocupado" por los fallecidos que ha dejado la violenta respuesta de las fuerzas egipcias, llamando a todas las partes a "abstenerse de la violencia y trabajar para restaurar el proceso político".

En la misma línea, el portavoz de la Presidencia norteamericana, Josh Earnest, ha querido condenar en nombre de la Casa Blanca los actos y ha advertido de que "la violencia solo complicará aún más la transición hacia la paz y la democracia en Egipto".

Continuando con la crítica y la denuncia internacional de estos actos, la Eurocamara también se ha pronunciado calificando de "inaceptable" las muertes provocadas durante el desalojo, exigiendo al Gobierno egipcio "garantizar que todo ciudadano, sea cual sea su tendencia política, tenga la libertad de manifestarse de manera pacífica".

Ante tal avalancha de denuncias a las que se ha sumado también el Gobierno español, y ante el desacuerdo de las decisiones adoptadas, en El Cairo el vicepresidente interino de Egipto, Mohamed ElBaradei, ha decidido presentar su dimisión también en señal de protesta.

"Se me hace difícil seguir soportando la responsabilidad de decisiones que no comparto y cuyas consecuencias temo. No puedo soportar la responsabilidad de una sola gota de sangre", afirmó el premio Nobel de la Paz por su labor al frente de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).