Un armenio converso al Islam con quien mantenía una amistad desde hacía cuatro años lavó el cerebro de Tamerlán hasta llevarle a cometer los atentados. Lo asegura uno de sus tíos, que vive en Estados Unidos y es otra de las pistas incorporadas por el FBI a un puzzle en el que todavía faltan muchas piezas. Para encontrarlas, una delegación de la Embajada estadounidense en Moscú interroga a los padres de los Tsarnaév en Daguestán. Además, Johar ha desvelado a los investigadores que los ataques fueron un castigo por las guerras de Iraq y Afganistán e insiste en que nadie les ayudó.Tamerlan pudo haber obtenido la información para fabricar las bombas de una revista vinculada a Al Qaeda. Su viuda también puede tener más claves, la última vez que vio al terrorista fue antes de irse a trabajar el día de los ataques. Hoy hemos conocido al hombre que facilitó la captura de Johar, el propietario de la lancha en la que se ocultó. "Miré dentro del barco y vi sangre por todas partes, al girarme vi su cuerpo" Sacudida aún por el recuerdo de las bombas, la calle Boylston recupera la normalidad. Los vecinos vuelven a sus casas pero con las víctimas en la memoria. Amigos y familiares del policía asesinado por los terroristas le daban hoy el último adiós