Los trabajadores vuelven a denunciar las precarias condiciones de trabajo. La mayoría inmigrantes sin papeles, que hacen tareas inimaginables por menos de 20 euros. Plaza Elíptica se ha convertido en el epicentro del trabajo esporádico: los coches llegan allí para encontrar, entre decenas de personas, su trabajador ideal.
A veces con papeles, a veces no, depende de la empresa o particular que los contrate. Los vecinos de la zona están acostumbrados al gentío, además, la policía intenta convivir con ellos de la forma más pacífica posible: “Si no vemos un delito en ese momento, no podemos hacer nada”.