En Isla Mayor, Sevilla, se ha vuelto a protagonizar un acto vergonzoso dentro del mundo del fútbol base. Cuando faltaban 4 minutos para finalizar el partido que estaban disputando el Villafranco y la Peña Rociera, un gol de los locales desencadenó la batalla campal. Aficionados del Villafranco saltaron al campo a celebrar el tanto, profiriendo insultos no solo a la acción rival, sino al resto de jugadores e incluso a los cuerpos de seguridad que se encontraban en el campo. La tensión iba en aumento y la policía decidió actuar, deteniendo al aficionado que se mostró más violento. Luego se comprobó que tenía antecedentes penales.
‘Cuatro a día’ ha hablado con el presidente del equipo local para conocer su versión de los hechos. Él alega que “la policía se excedió en el uso de la fuerza durante la carga” y que “las dos aficiones durante todo el transcurso del partido tuvieron un comportamiento ejemplar”. Si reconoce que “hubo un momento de tensión cuando se marcó el gol” pero que en ningún momento hubo “una batalla campal como dicen los medios”.