Mingorrubio se llenaba de acólitos del régimen y el dictador durante la jornada del 20N. Algunos familiares, gente de la fundación e incluso su chófer se acercaban a dejar coronas y mostrar respeto al dictador.
Algunos de los fieles, emocionados por la pérdida, acudían a la nueva tumba. "He venido por respeto a mis principios", afirmaba uno de los afines al régimen. Otro de ellos se emocionaba, y entre lágrimas declaraba: "Es que yo quiero mucho al caudillo".