Padres de menores que se quitaron la vida por el acoso escolar piden más ayudas y protocolos en los colegios

  • Un 70 por ciento de los profesores no está formado para reconocer el bullying

  • Hay casos de acoso escolar no detectados o ignorados por los centros escolares

  • Los padres de menores víctimas del bullying piden más protocolos de actuación

Un 70 por ciento de los profesores no está formado para reconocer el bullying, y por eso hay casos de acoso escolar no detectados o ignorados por los centros escolares que acaban en suicidio. Alguna de las victimas ya no pueden contarlo, pero sus padres si cuentan desgarrados la soledad que sentían sus hijos en el ámbito escolar.

Uno de esos casos es el de Ilán, el niño de 11 años que se quitó la vida en Ibiza tras sufrir durante años agresiones de sus compañeros.

Su madre cuenta que era un niño "alegre, divertido y muy sano, siempre jugando con todos". Ella nunca pensó que pudiera ocurrir lo que ocurrió: "Nunca pensé que pudiera llegar a eso pero creo que no aguantó más la persecución de esos niños", lamenta.

Ilán con solo 11 años decidió quitarse la vida. Detrás de esa drástica decisión había una razón: un presunto caso de abuso escolar reiterado por alumnos de mismo centro, y profesores que lo taparon o callaron. El problemático era Ilán, le decían a Laura, y ella siguió las pautas de los docentes durante 2 años.

También fue tarde para Kira, una adolescente que también se quitó la vida por el acoso escolar. Kira tenía 15 años cuando se suicidó hace casi 6 meses. De nada sirvió las numerosas veces que sus padres alertaron al centro. Ahora, han denunciado al colegio y a tres profesores.

En el mismo centro de Kira, son varios los casos de acoso escolar, como la hija de Carmen, que desde los 6 años ha sufrido acoso. Ahora con 10 la mantiene en el mismo centro porque su hija se lo pidió y porque también Carmen se ha enfrentado al colegio, parando el acoso: "Tenemos que sacar el acoso de esa ley del silencio, una ley que lo protege".

Una ley de silencio, según asociaciones como NACE, que alimentan los mismos colegios porque un caso de acoso para el centro es perder prestigio o acabar en una sanción económica si va a juicio. Y esta ley del silencio arrastra a profesores, alumnos y padres que miran hacia otro lado ante la impotencia de progenitores como los de Ilán o los de Kira que pide justicia y que se mejoren las leyes.

También piden que el colegio deje de ser juez y parte en estos casos, implementar y cumplir los protocolos y que todos nos sensibilicemos. En definitiva: tolerancia cero ante el acoso escolar.

Teléfonos de ayuda

Si estás pasando por una situación difícil puedes encontrar apoyo en una línea telefónica o en una página web. En España, disponemos de varios recursos como el Teléfono de la Esperanza (717 003 717) o el Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385), dedicados a la prevención de este problema.