El reencuentro y el diálogo con Cataluña son prioritarios para Pedro Sánchez. Así se lo ha trasladado hoy al primer Comité Federal del PSOE tras la formación de Gobierno con Unidas Podemos. Son, precisamente, las negociaciones con el independentismo motivo de malestar para algunos barones socialistas.
Pero, ni siquiera la negociación con el independentismo rompe hoy las filas del partido, como sí lo hizo hace tres años y medio.
Solo el presidente castellano manchego, Emiliano García-Page, única voz crítica en este asunto junto a su homólogo extremeño, hoy ausente, ha querido remarcar los límites. “La Constitución permite hablar de mucho, pero también limita hablar de algunas cosas”, ha dicho.
Dentro, Sánchez ha fijado las pautas sobre el conflicto catalán: “Ley, diálogo y políticas territoriales". La ley defendida por los que no se erigen, dice el presidente, en dueños de la Constitución. “Nosotros somos constitucionalistas de toda la Constitución, de la Constitución que habla de la unión, pero que también reconoce la diversidad de los pueblos de España”, ha expresado. Y, diálogo con un objetivo: “Existe una mayoría que exige un reencuentro”.
Para ello exige superar lo que ha denominado "dialéctica estéril" practicada por el independentismo victimista y las derechas que recelan de la diversidad.
Además, Sánchez, que el lunes se ve en Moncloa con Casado, ha vuelto a tender la mano al PP, al que acusa de generar una crispación exagerada, un ambiente del que ha recomendado huir a los socialistas ante las próximas citas electorales de Galicia y Euskadi del 5 de abril.