‘Cuatro al día’ ha entrevistado a Sagrario López, la directora de una residencia de ancianos que está psicológicamente muy afectada tras la “pesadilla” que han vivido por la pandemia del coronavirus. Su centro es muy pequeño, tan sólo de 11 ancianos y, precisamente por eso, las pérdidas allí han sido muy dolorosas para todos. En el momento cumbre de la crisis del COVID murieron cuatro de los abuelos (sólo uno confirmado de coronavirus), pero ella recuerda a uno con especial dolor y cariño:
“Toribio empezó a encontrarse mal después del desayuno. Le dio un infarto y llamamos al 112 pero no sirvió de nada porque murió a las 16:00 horas de la tarde, y la ambulancia llegó casi a las 20:00 horas. Les dije que no eran horas. Toribio era muy especial”, ha dicho y, en ese momento, ha roto a llorar por la muerte de alguien a quien apreciaba tanto.
Esta comprometida directora también ha reinvicado el valor de las residencias de ancianos, que dicen han sido "abandonadas" y "maltratadas" durante el momento tan extraordinario que hemos tenido que vivir. Lo dice poco después de que se hayan hecho públicos los protocolos que, sobre todo en Madrid, se aplicaron para discriminar a los ancianos, a los que sistemáticamente no se trasladaba al hospital.
"Nos hemos visto maltratados por ser unos simples “limpiaculos”, pero no somos sólo eso, somos mucho más. Nosotros tratamos de hacer que la vida de nuestros ancianos sea más agradable y que vivan con dignidad, con respeto y con cariño. Ellos son nuestros libros, de ellos aprendemos. Yo podré enseñar a un niño, pero son los mayores los que me enseñan a mí.Ahora, nos ha quedado mucho miedo, terror. Hemos vivido una pesadilla”, ha conluido Sagrario.