Los teléfonos móviles han cambiado nuestras vidas por completo, incluso en la actualidad hay personas que considerararán al perro el segundo mejor amigo del hombre después de su smartphone. Lo que si es una realidad es que los dispositivos están en todos los lugares del planeta, en todos menos en uno. Y es que, como si se tratará del famoso cómic protagonizado por Astérix y Obélix, hay una indestructible aldea que no ha sido conquistado por los "microprocesadores"
En esta ocasión, el pueblo es una aula y no está en la Galia sino en China. Su druída es un profesor, el Señor Jiang, quién pone en práctica una estricta regla a la hora de mantenar a raya el uso los dispositivos móviles en sus clases: si te sorprende con uno, o lo estampas contra el suelo o aceptas perder tres puntos en la calificación final.
Ante este dilema será muchos los que tengan claro que su preciado 'mejor amigo' es más importante que los estudios, una conclusión a la que no llegó una alumna de su clase de Tecnología de las finanzas en la Universidad de Dongguan. Según recoge el Daily Mirror, una anónima estudiante eligió romper su móvil contra el suelo. Un gesto que fue grabado por un compañero de pupitre.
Tras un primer lanzamiento en el que el dispositivo consigue resistir el impacto contra el suelo, el maestro Jiang le exige que lo vuelva a tirar. Una acción que se repite hasta en cinco ocasiones a lo largo del vídeo. Se desconoce si el esfuerzo de la estudiante le provocó tendinitis, si el maestro fue expedientado o si el móvil, heroicamente, resistió la fuerza de la gravedad.