La agresión tenía lugar a las puertas de la discoteca en Xátiva, dónde el chico de 22 años era golpeado multitud de veces por ambos vigilantes que se encontraban vigilando las inmediaciones del recinto. La dirección de la discoteca ha admitido que la reacción fue desmedida y por ello han rescindido el contrato de los dos.