El capitán del barco en el que, presuntamente, se escondió Antonio Anglés para huir desde Portugal hasta las costas de Irlanda tendrá que volver a declarar 27 años después. Según la declaración que hizo tras la trágica muerte de Miriam, Toñi y Desireé, Antonio Anglés se coló en su embarcación para salir de España; le pillaron, le encerraron en un camarote tapiado con maderas del que, sorprendentemente, consiguió salir.
Fue entonces cuando se tiró por la borda con una Zodiak y nunca más se supo si murió o consiguió sobrevivir. Lo que la jueza quiere investigar ahora es si Anglés contó con la ayuda de algún tripulante en su fuga.
El pasado mes de Julio, varios senderistas encontraban en La Romana (Valencia) restos de huesos que podrían pertenecer a Miriam o Desirée, pues a Toñi no le faltaba ninguna falange. Queda por saber si pertenecen a las otras dos amigas que la acompañaron en la fatídica noche de su muerte. Los padres de ambas han sido citados para tomarles una muestra de saliva y cotejarla con los restos de ADN.