La vio subir al autobús escolar y supo que se llevaría. Jayme Closs fue secuestrada por su captor y estuvo retenida durante 88 días tras el asesinato de sus padres. El pasado 10 de enero la chica de trece años apareció corriendo desesperada por los alrededores de su pueblo. Huía de su secuestrador. Este fue el calvario que sufrió la joven.