Iker Jiménez considera que los libros antiguos son objetos mágicos con “cierta vida”. Hace poco leyó la biografía de Hernando de Colón, una persona totalmente eclipsada por el descubrimiento de su padre. Cuentan que gastó gran parte de sus rentas en libros y que en cada uno de ellos anotaba quién se lo había regalado, dónde lo había comprado, el precio del mismo y una pequeña sinopsis.
Gracias a ello pudo realizar la biblioteca más grande de aquellos tiempos y estuvo localizada en Sevilla. Fue el primer hombre en la historia que pensó en la importancia del orden en una biblioteca para vertebrar así el conocimiento. La biblioteca de Hernando de Colón llegó a convertirse en una de las más importantes del mundo y su mayor pretensión fue que el conocimiento universal fuera accesible. Iker le ha querido rendir homenaje y ha asegurado que: “La biblioteca es el ser y sus inquietudes plasmadas físicamente para que otros puedan disfrutarla”.