China, y más concretamente el laboratorio de Wuhan, se ha convertido en el foco que muchos señalan como kilómetro cero del origen del coronavirus. Sin embargo, Iker Jiménez ya puso la atención sobre este lugar mucho antes de que las miradas apuntasen hacia allí, cuando 'Cuarto milenio' ya hablaba hace un año de las mordeduras de unos murciélagos en aquel laboratorio.
El presentador de la nave del misterio, aunque ha recibido el cariño de muchos telespectadores y expertos, también ha soportado los comentarios de personas anónimas y públicas que le señalaban como un agitador y un alarmista: "El ochenta por ciento de la prensa española se me echó encima por entrevistar a la viróloga china disidente (...) Pero oiga, este programa es libre y fuimos los primeros en hacerlo".
Ahora, momento en el que las más altas esferas señalan Wuhan, nuestro presentador hace balance de lo que ja supuesto para él y para su programa el machaque recibido por todos aquellos que le acusaban de atacar a China: "A mí me importa lo que opine mi familia y lo que opinen ustedes, como comprenderán lo que piensen en China...".