Después de la muerte de Jesús Castro, Blanca tuvo una serie de sueños en las que su marido se le aparecía: "En una ocasión, en la que yo estaba enferma con neumonía, él me pidió que dejara de fumar, me dijo que era o el tabaco o mi vida". Blanca dejó de fumar ese mismo día: "Nunca más he vuelto a tocar un cigarrillo". Un amigo íntimo de Jesús Castro también soñó con el futbolista: "A su amigo le dijo en sueños que aún no había llegado a su destino, que seguía de viaje".