El sensitivo Aldo Linares recorrió con el Coronel Pedro Baños los rincones de las ruinas del Palacio de Sisla. En algunos de los puntos que examinó, Aldo percibió una tensión asfixiante que en determinados momentos le hizo sentirse realmente mal. Luis Alamancos, perito criminalista forense, comprobó con su equipo los datos de electromagnetismo y éstos fueron alarmantes en los puntos en los que el sensitivo había señalado como susceptibles de actividad paranormal. ¿Coincidencia?