La religiosa se ha pronunciado acerca del mensaje sobre el sexo que tantos años ha predicado la Iglesia. Ha sido muy rotonda y contundente y lo ha denunciado, incluyéndose así misma: “Hemos hecho mucho daño, creando malas conciencias y martirizando a las personas. Debe haber una revolución tarde o temprano, las Iglesias están vacías y el mensaje ha perdido credibilidad”.