Especial Callejeros: Orgullo

cuatro.com 28/06/2007 13:50

Los reporteros Marcé Rodríguez y Juan Antonio Campos han recorrido España para realizar Orgullo, un reportaje que aborda la homosexualidad desde todas sus perspectivas.

�Mi padre lleva 22 años sin hablarme. Me dijo que no quería un hijo maricón�. Eliécer les dijo a sus padres que era homosexual poco antes de que su madre falleciera. Su familia nunca pudo superar ese amargo �trago�.

Dramas como éste se repiten, -más de lo que imaginamos-, en muchas familias españolas que tienen un hijo gay o una hija lesbiana. A pesar de que España tiene una de la leyes más avanzadas en defensa de los derechos de los homosexuales, muchos padres aseguran tener miedo a la discriminación que nuestra sociedad aún mantiene ante gays y lesbianas. Ana se negaba a reconocer lo evidente �¡mi hijo no es gay!...porque tiene novia�bueno�la tenía�. El miedo la llevó, incluso, a espiar a su hijo.

El reportero Marce Rodríguez recorre España para conocer a decenas de padres e hijos, que, juntos, nos cuentan cómo se enfrentaron, por primera vez, a la homosexualidad en sus familias. Incredulidad, rechazo, desconcierto� y hasta aires de violencia: �Lo de mi hijo fue un auténtico marrón, no tuvo mejor idea que decírmelo, en público, delante de un centenar de personas�me entraron ganas de pegarle dos hostias�, confiesa sincero el cabeza de una familia valenciana cuando su hijo Andrés le confesó su homosexualidad. Meses antes, fue Luisa, su otra hija, la que le contó que le gustaban las mujeres.

En muchos casos están convencidos de que se trata de una enfermedad y obligan a sus hijos a ser tratados por un siquiatra. Manuel tiene 70 años y asegura que volvió a nacer hace diez cuando su hija le dijo que era lesbiana. �Para mí fue un drama�no sabes lo que he llorado�pensaba que mi hija estaba enferma y ahora estoy seguro que el enfermo era yo�. Los padres temen que sus hijos sean rechazados por la propia familia, amigos, compañeros de clase y de trabajo y que nunca puedan ser felices.

Un sufrimiento que se agudiza en el caso de los católicos que se enfrentan a la negativa de la Iglesia a reconocer la homosexualidad, y lo que es más grave, a sus propios hijos. Conchita, católica practicante y muy creyente, tiene grabada en su memoria la fecha exacta en la que su hijo le contó �el secreto�. �Descubrí su gran sufrimiento y desde entonces considero que la Iglesia no debería rechazar a los homosexuales porque iglesia somos todos. Además, hay sacerdotes, obispos o abades que también lo son, y esto la gente lo tiene que saber�.

�Mi árbol genealógico se acaba aquí�. Esta frase es de Emilio, jubilado de 60 años, y un padre cuyo hijo único es gay y que considera que de esta forma se pone fin a la larga dinastía de su familia, al no contar con más descendencia. Una preocupación que esta en boca de casi todos los padres con hijos gays y lesbianas.

La cara de la moneda la aportan el matrimonio de Sonia y Nuria, que han tenido una hija por inseminación artificial, la pequeña Alba. La madre de Nuria no entiende el problema y levanta la voz para exclamar �¡pero si es mi hija�la he parido yo�cómo la voy a rechazar! Y si se casa con un tío y resulta que le sale violento y le pega palizas o la cose a puñaladas!"

El mundo rural es todavía más hostil hacia los gays y en especial hacia las lesbianas. Son los apestados del pueblo, �los degenerados y viciosos�� La gran mayoría abandonan su casa y su familia para poder desarrollarse como personas.�Lo he pasado muy mal, sobre todo en la adolescencia�los chicos se me acercaban, como a las demás chicas y yo les tenía que parar los pies�. Hoy, Paqui vive en Estepa, Sevilla, y es una de las pocas lesbianas que se resistió a abandonar la tierra que le vio nacer. Ahora todo el mundo la respeta y es feliz.

�Mi hijo salió del armario y en ese momento entré yo�. Esa frase lapidaria la mencionan varios padres durante el reportaje. Pero en la mayoría de los casos impera el sentido común. Y ahí es donde aflora el orgullo de unos progenitores que presumen de hijos. Cati es una de ellas. Su hijo Alex de 16 años, hace dos que le dijo que era gay. �Creo que ahora soy mejor persona y por eso estoy orgullosa de tener un hijo homosexual�, confiesa Cati con la boca llena.

Los más jóvenes parecen tenerlo más claro. Se lo cuentan antes a sus padres. �Estamos hartos de contar mentiras", aseguran tres jóvenes adolescentes de un pueblo de Madrid. Alex, de 18 años, reconoce que �ahora soy mucho más feliz y puedo decirles a mis padres que me voy a Chueca- el barrio gay de Madrid- o he quedado con mi novio�. Eso sí, los jueves los pasa pegado al televisor para ver la serie Anatomía de Grey. �Es que no veas que buenos están los médicos� cuenta travieso.

Orgullo es un reportaje especial de Marce Rodríguez y Juan Antonio Campos.