Son Heung-Min es uno de los jugadores más destacados del Tottenham y, por supuesto, uno de los futbolístas con más calidad de Corea del Sur. Durante el pasado Mundial de Rusia fuimos testigo de sus historia. En su país existe la obligación de completar el servicio militar antes de cumplir los 28 años y la única posibilidad de evitarlo era pasar de la fase de grupos en la pasada Copa del Mundo.
La selección surcoreana no le consiguió, pero con su victoria ante Alemania en la última jornada, dejó abierta una posibilidad ante la hazaña conseguida, aunque finalmente no fuer así. Son se encuentra en el mejor momento de su carrera, completar el servicio militar ahora, le tendría alejado de los terrenos de juego y del fútbol profesional durante más de 21 meses. De no cumplirlo, se enfrentaría a dos años de prisión en su país.
Afortunadamente, a Son le ha surgido una última posibilidad. Corea del Sur juega en los próximos días los Juegos Asiáticos, una especia de Juegos Olímpicos a menor escala. Sólo tres futbolistas mayores de 23 podían acudir a la cita y Son será uno de ellos. Esta es su última oportunidad para librarse del servicio militar obligatorio.
Aunque no es un torneo reconocido por la FIFA, el Tottenham ha hecho una excepción y le ha dado un permiso especial dado la importancia de la situación. La afición del conjunto inglés se ha volcado con su jugador.