Pese a que a priori su nombre puede sonar desconocido, lo cierto es que Hakan Sükür dejó su sello en la en los mundiales de fútbol al hacer el gol más rápido de la historia en el Mundial de 2002. El delantero ha pasado de ser el máximo goleador de su selección con 51 tantos, a tener que vivir en el exilio por sus opiniones políticas.
Tras ser durante más de dos años miembro del Parlamento turco por un partido cercano al presidente Erdogan, Sükür decidió dimitir de su cargo al ver la corrupción que había dentro de su partido y en la política turca en general.
Su peor momento llegó en 2016, el ex jugador fue acusado de insultar al presidente Erdogan por medio de un tweet. Por culpa de ello, fue acusado de pertenecer a una banda terrorista armada. En busca y captura por la policía de su país, tuvo que exiliarse para no acabar en la cárcel.
El ex goleador acabó cerca de Palo Alto (San Francisco), en Estados Unidos, donde ha montado una pequeña cafetería de la que poder vivir.