Neymar se convirtió en uno de los protagonistas del partido Rennes-PSG de la Copa de la Liga de Francia. El brasileño soportó duras entradas, pero tuvo una reacción de "conducta antirreglamentaria" que el árbitro no pasó por alto y le terminó mostrando la tarjeta amarilla.
Con el marcador a favor de los parisinos y con el pase a la final conseguido, el ex azulgrana optó por hacer sombreros, túneles… pero el gesto más feo fue sin duda el que tuvo con Traoré, al que le hizo un amago de darle la mano para luego quitársela.
El delantero se defiende de las provocaciones: "Ellos me paran con golpes y yo juego al fútbol. Me provocan pero yo también sé provocar a mi modo: con el balón y con mi fútbol. No estoy aquí para dar golpes, no sé hacer eso. Yo me defiendo con el balón".
Al terminar el encuentro, Neymar quiso explicarlo, según él era "una broma": "El fútbol es un poco aburrido en este momento. Al final hice una broma dándole mi mano y quitándola en el último momento, y eso generará controversia cuando en realidad es el tipo de cosa que hago con mis amigos. ¿Por qué no lo haré con mis oponentes? Me río, es una broma. Sin embargo, no estoy seguro de que los Rennais piensen lo mismo".