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Jesús Calleja vuelve a la acción: este lunes ha comenzado el rodaje de la nueva temporada de ‘Volando voy’, que nos seguirá mostrando los maravillosos pueblos de España. Tras varios meses de confinamiento, el aventurero vuelve al trabajo con la motivación por las nubes y una doble alegría: la primera, volver a rodar; la segunda, que lo está haciendo en su tierra, León.
“Qué maravilla poder volver a los rodajes. Hoy comenzamos el rodaje de la nueva temporada de ‘Volando voy’, rumbo a Maraña (León). Es como un nuevo renacer… ¡no se puede tener más motivación! ¡Este año sí que os vamos a sorprender! ¡Los pueblos van a estar más de moda que nunca!”, ha escrito Calleja en su cuenta de Instagram.
Además, ha acompañado el texto con un vídeo en el que sale a los mandos del helicóptero y sobrevolando un paraje de lo más espectacular. “¡Qué ganas de este programa, qué ganas!”, decía mientras pilotaba.
El aventurero nos ha ido contando en sus redes sociales cómo ha sobrellevado el confinamiento y las distintas fases de la desescalada. También nos ha mandado mensajes de ánimo y optimismo, para dejar claro que, aunque todo parezca oscuro, al final siempre se acaba saliendo adelante. “Estoy seguro de que cuando pase esta crisis del coronavirus seremos mejores personas, nos quitaremos muchas mierdas a las que damos demasiada importancia y, sobre todo y por encima de todo, ¡seremos más felices!”, escribía allá por el mes de marzo.
Durante el encierro, hemos visto a Calleja de lo más atareado: trabajando en el jardín, haciendo tablas de ejercicio para no perder la forma física e incluso animándose a aprender a cocinar. “Cada cual busca sus aventuras, lo que importa es la actitud. ¡Primero el jardín, luego tablas de ejercicio y ahora a cocinar! Con esto sí que me voy a picar, nunca he conseguido ponerme en serio a cocinar”, comentaba. Todo, para mantenerse ocupado y no dejar tiempo al cerebro "para pensar en el dichoso virus".
Con la desescalada, Calleja ha aprovechado para salir a hacer deporte y disfrutar al máximo del entorno natural en el que vive: “Todo va llegando, ya podemos disfrutar de la bicicleta, en mi caso incluso del bosque. La comarca donde vivo es muy grande, ¡con mucho bosque y monte solo para 2.176 personas! Si podéis o queréis, vivid en un pueblo, la vida mola mucho. Ánimo a todos, los datos son esperanzadores, ¡ya casi tocamos la nueva normalidad!”
Eso sí, por mucho que la nueva normalidad esté a la vuelta de la esquina, siempre hay que apelar al sentido común y a la responsabilidad individual: “Ahora hay policías de balcón, de terrazas, de ética… ¿dónde quedó el sentido común? Tenemos que convivir con este virus al menos un año, hasta que exista vacuna, y no se puede hacer desde el miedo, pero sí con mesura, sentido común y buenas decisiones que estén cargadas de lógica. Pero sobre todo lo más importante es la responsabilidad individual”, escribe en una de sus últimas publicaciones.