Análisis de Maid of Sker: terror basado en una historia real

Ya está disponible Maid of Sker, un survival horror muy original que nos proponen los desarrolladores de Wales Interactive. Un juego de terror en primera persona inspirado en el folclore galés en torno a la Casa Sker, una conocida mansión que está considerada como uno de los lugares más encantados del Reino Unido. Sobre todo, por la historia de su fantasma más célebre: Elisabeth Williams, cuya historia se recoge en una famosa novela de R.D. Blackmore, 'The Maid of Sker'.

La historia real de Elisabeth Williams nos cuenta la trágica historia de la doncella de Sker, que morirá de amor, encerrada por su padre en una habitación del ático de la casa para impedir su fuga con un músico local, llamado Thomas Evans. Además, las historias cuentan escabrosas historias sobre su padre, como la acusación de provocar el hundimiento de barcos en el cercano Sker Point para saquearlos después y guardar sus botines bajo los cimientos de Sker House. Todas estas historias, junto con las leyendas de los Quiet Men, los hombres silenciosos, conforman el guion del juego que hemos podido completar en su versión de Xbox One (también está disponible en Steam, Nintendo Switch y PS4).

En el juego nos encontramos en 1898 y encarnamos, cómo no podía ser de otra forma, al músico Thomas Evans, el amante de Elisabeth Williams, que recibe una misteriosa carta de su amada para que acuda a Sker Point, al viejo hotel situado en la mansión Sker, donde Elisabeth necesita de él que componga una canción muy especial pero no le explica los motivos. La aventura comienza en el vagón de tren que nos acerca a esta remota isla de la costa de Gales, donde volvemos a leer la misteriosa carta y nos ponemos en marcha.

El juego nos presenta una perspectiva en primera persona, nos enseña rápidamente a utilizar un sencillo inventario y nos marca nuestro primer objetivo: llegar al hotel Sker. Pero enseguida, mientras nos aproximamos al edificio, nos daremos cuenta de que algo no va bien. No hay ni un alma, y el hotel parece semi-abandonado y está claro que ha visto días mejores. Mientras intentamos entrar en el hotel, resolvemos los primeros puzles y encontramos los primeros fonógrafos. Estos nos permitirán escuchar grabaciones que nos desvelarán partes importantes de la historia del juego y, lo que es más importante, serán los puntos de guardado manual del juego (muy importantes porque no dispone de guardado automático).

Tras entrar al hotel podremos hablar, por fin, con Elisabeth, gracias a un teléfono que nos comunica con su habitación del ático, donde se encuentra encerrada y asustada. Elisabeth nos cuenta que los habitantes del hotel, su padre, su tío y todos los sirvientes se han transformado en extrañas criaturas violentas, que parecen haber perdido la visión (tienen las cabezas tapadas) y se orientan por los sonidos de su entorno. Nuestro objetivo a partir de aquí será intentar llegar hasta Elisabeth para rescatarla, mientras entendemos qué ha ocurrido en Sker House, un edificio ligado a una familia que esconde múltiples y escabrosos secretos.

A partir de estos primeros instantes que nos sirven de introducción al juego y a su peculiar y aterrada historia, comenzamos a jugar y para ello empezamos por explorar el hotel. La exploración y la recogida de objetos y pistas (además de coleccionables) será clave en la aventura, pero enseguida nos encontraremos con el principal de nuestros problemas: los enemigos. Los hombres silenciosos serán cada vez más numerosos y, si nos detectan, no podremos enfrentarnos a ellos de manera directa, ya que nos derribarán y acabarán con nuestra vida al instante (a no ser que tengamos alguna manera de huir y escondernos en otro entorno, habitación, etc.).

La única manera de superarlos es que no nos detecten. No pueden vernos, pero si oírnos y, hazme caso, tienen un oído muy fino. Por eso, debemos permanecer muy quietos para no hacer ruido al andar si están cerca (o al tropezar con objetos que también harán ruido). Pero, a veces, ni siquiera estarnos muy quietos será suficiente. Y es que si pasan muy cerca de nosotros nos oirán respirar. Por eso, el juego nos permite tapar nuestra boca con las manos y aguantar la respiración. Pero claro, no podemos dejar de respirar de manera indefinida, por lo que hay que utilizar esta acción de forma inteligente. También hay lugares donde hay humo o polvo y será obligatorio taparnos la boca para no toser y atraer a todas las criaturas a nuestra posición.

Esta mecánica, que nos hace jugar con los ruidos y el silencio, es la principal en el título y tenemos que decir que la IA de los enemigos, diseñada con este fino sistema de sonido 3D, está muy conseguida. Aquí el sigilo no es opcional, ya que nuestra vida depende de ello y tenemos que dominarlo, pensándonos mucho cada paso que damos.

Avanzando un poco en el juego, conseguiremos un extraño dispositivo que nos permitirá aturdir a los enemigos durante un tiempo limitado, gracias a un poderoso sonido que resulta insoportable para ellos. Este dispositivo nos permitirá salir de situaciones complicadas, sobre todo cuando nos rodeen un gran número de estas criaturas. Pero el dispositivo requiere de cargas que tendremos que ir recolectando, y ya te decimos que son muy escasas.

Este peculiar gameplay para esquivar a los enemigos nos pondrá los nervios de punta a cada paso, pero también tendremos momentos más tranquilos, sin criaturas cerca, donde la exploración y la resolución de puzles será la clave para avanzar. Además, como ya hemos dicho, hay pistas repartidas por el juego (notas y cuadernos) que nos irán narrando la historia de la familia Williams y los oscuros secretos que han derivado en la pesadilla que estamos viviendo. Las pistas también nos ayudan a resolver puzles o saber hacia dónde dirigirnos o dónde buscar. También hay diferentes coleccionables escondidos por la casa y los alrededores.

El juego cuenta con unos trabajados gráficos en 4K, que puedes disfrutar en las versiones de Steam y su juegas en Xbox One X o PS4 Pro. En cuanto al audio, tendrás que conformarte con las voces originales en ingles (y subtítulos y todos los menús en castellano) y una fabulosa banda sonora. De hecho, los desarrolladores han reinterpretado un buen número de canciones del folclore galés, como los famosos himnos galeses Calon Lân (A Pure Heart), Suo-Gân (Welsh Lullaby) o Ar Hyd Y Nos (All Through the Night) con escalofriante voz de Tia Kalmaru, una famosa cantante de este tipo de música tradicional. Y es que la música es muy importante en el juego, ya te irás dando cuenta por qué (no queremos entrar más en detalle para no caer en spoilers innecesarios).

Es cierto que el juego es muy ‘pasillero’, ya que casi siempre solo encontramos un camino que seguir de manera lineal. Aunque hay una falsa sensación de libertad en la exploración del hotel, el juego siempre nos empuja hacia un único sentido y, sin demasiados objetos que descubrir en cada habitación o escena, terminamos pasando de largo de manera demasiado rápida por la mayoría de los actos del título (siempre que no tengamos que esquivar criaturas, ya que eso nos obliga a ir muy despacio y sin hacer ruido).

También hemos echado en falta algunas explicaciones cuando nos encontrábamos ante algunos puzles o escenas que requerían de realizar algunas acciones concretas. El juego no ayuda demasiado en muchos momentos y hay que probar y explorar mucho (además de cagarla y morir en varias ocasiones) hasta que descubres cómo avanzar. No decimos que haya que darlo todo mascado, pero colocar algunas pistas en algunos momentos no hubiera venido mal. Y es que muchos jugadores pueden frustrarse ante algunos momentos que parecen imposibles de superar.

Maid of Sker es un interesante survival horror que añade una entretenida jugabilidad basada en el sonido y en la peculiar IA de sus ciegos enemigos, una jugabildiad que nos ha cautivado y nos ha puesto de los nervios a partes iguales. La historia del juego, basado en leyendas reales británicas, han llamado nuestra tención y nos ha obligado a completar el título para conocer todos sus detalles. A nivel técnico cumple, sin ser una maravilla y, aunque a veces parece que se atasca o se vuelve muy repetitivo, siempre hemos encontrado la excusa de seguir adelante para saber más, o para hacernos con todos los coleccionables.