Análisis de Star Wars Squadrons: batallas espaciales de otra galaxia

Afortunadamente, los fans de Star WarsStar Wars hemos tenido un constante flujo de títulos basados en la saga galáctica en estos últimos 30 años. Videojuegos de mejor o peor calidad y de todo tipo de géneros. Pero si hay un género que le venía al pelo desde el estreno de su primera película y que centró la mayoría de sus primeros lanzamientos, ese ese es el de los simuladores de naves espaciales. Las batallas de cazas son un pilar de la saga y en recrear esa experiencia se basaron los primeros desarrolladores de videojuegos a principios de los 80. Desde el temprano Death Star Battle de 1983, pasando por Star Wars Arcade, The Empire Strike Back, Attack of the Death Star, la saga X-Wing y llegando a los más modernos Rebelt Assault, Episode I: Battle for Naboo o el genial arcade Star Wars: Battle Pod.

Pero es cierto que desde los años noventa no contábamos con un buen título para consolas domésticas que se basara, única y exclusivamente, en la batalla de cazas espaciales de Star Wars. Hasta ahora, gracias a Star Wars Squadrons, el título de EA Motive que rescata, en opinión de un servidor, el espíritu del mítico X-Wing vs. Tie Fighter de 1997 porque, como aquel, deja en nuestra mano la elección del bando por el que queremos luchar y centra su jugabilidad en el dominio de los cazas y la espectacularidad de sus batallas espaciales.

Star Wars: Squadron comienza así, pidiéndonos que elijamos bando, para después dejarnos personalizar a nuestro piloto, ya sea del Imperio o de la Nueva República. Y es que el Modo Historia nos narrará una historia inédita que transcurre justo después de la batalla de Endor. Con los retazos del Imperio intentando reorganizarse para contraatacar y la Alianza Rebelde reconvirtiéndose en la fuerza defensora de la incipiente Nueva República.

Aunque hayamos elegido un bando para nuestro piloto en el juego, el Modo Historia nos hará saltar de un bando a otro a lo largo de toda la aventura, para contarnos los dos puntos de vista de un conflicto donde se van formando un grupo de valientes pilotos en ambos bandos, que están enfrentados en el control de un nuevo y poderoso arma. Aquí, iremos aprendiendo a pilotar todas las naves de ambos bandos, dominando sus características propias e interiorizando las tácticas de las grandes batallas en el espacio. Se podría decir, que el Modo Historia es un divertido y bien montado tutorial para poder enfrentarnos luego a los modos multijugador.

Pero decir eso sería menospreciar una divertida y muy bien construida campaña. La historia de Star Wars Squadrons funciona muy bien y es una delicia que todo jugador debería experimentar, aunque sepa que será el modo multijugador el que le robe después la mayoría de las horas de juego. El esfuerzo por contar una historia fabulosa dentro del canon de Star Wars se nota en toda la campaña y si eres fan de la saga vas a disfrutarla de principio a fin. Además, cuenta con cuatro modos de dificultad que permiten elegir entre disfrutar del a historia sin muchos obstáculos o convertirlo en un reto desafiante. Y completar la Historia te ofrece recompensas que luego podrás lucir en el multijugador y eso solo merece la pena.

Durante la campaña la historia nos irá planteando misiones, cada vez más complicadas, más extensas y que requerirán que despleguemos una buena dosis de habilidad a los mandos de los cazas de combate y una dosis de táctica junto a nuestros compañeros de escuadrón, en este caso manejados por la IA. Y todo ello con unos entornos cada vez más espectaculares y variados, con batallas épicas entre la chatarra de enormes vertederos estelares, cruzando enormes nubes de meteoritos o sobre las nubes de planetas de los más exóticos.

Entre misión y misión, iremos conociendo a los diferentes personajes de la trama, nuestros compañeros en los escuadrones de ambos bandos de la contienda, tanto en trabajadas cinemáticas como en las conversaciones que podamos tener con todos ellos en los momentos que pasamos en el hangar. Aquí es donde descansamos entre misiones, donde personalizamos y mejoramos nuestro caza de combate (añadiéndole mejoras y extras que nos costarán dinero) y donde recibimos las instrucciones para la siguiente misión. Esto lo hacemos en la típica sala de reuniones, con el briefing de los comandantes explicado con un bonito holograma. Todo muy Star Wars.

Pero el centro de toda la jugabilidad de Star Wars Squadron está en el pilotaje de los cazas. Y para dominarlo hay que aprender una serie de elementos, pero no estamos ante un simulador puro y complicado, sino más bien ante un juego arcade donde prima la diversión y la velocidad en agarrar los mandos. Pero eso no quita que hayan añadido un buen número de cosas que hay que aprender, para que la experiencia no sólo se reduzca a girar en el espacio y a disparar. Al revés, la jugabilidad de Star Wars Squadrons tiene bastante profundidad y solo unas cuantas horas de vuelo conseguirán que dominamos la mayoría de sus conceptos.

Cada bando cuenta con cuatro cazas propios, cada uno de ellos con sus propias características de combate, sus ventajas y sus inconvenientes. En el lado de la Nueva República, podemos pilotar un Ala-X (el caza), un Ala-Y (el bombardero), un Ala-A (un interceptor) y un Ala-U (apoyo). Del lado del Imperio tenemos al caza Tie, al bombardero Tie, al Interceptor Tie y al Segador Tie (el apoyo). Como habéis podido imaginar, cada un de ellos es ideal para un tipo de perfil de piloto en la batalla y lo ideal es contar con todos ellos en un buen escuadrón en cada batalla.

Como hemos dicho, cada uno de ellos tiene sus puntos fuertes, uno tiene mejor escudo defensivo, otro cuenta con mejor potencia de fuego, etc. Por eso lo ideal es practicar con todos ellos varias veces antes de saltar a una batalla seria, para poder dominar todo lo que nos ofrecen. Por ejemplo, las naves con escudos nos permiten cambiar la potencia de los mismos a la parte delantera, la trasera o mantenerla equilibrada, según la necesidad. Por ejemplo, si vas a lanzarte contra un Destructor Estelar puedes poner toda la fuerza del escudo en la parte delantera y eso, tal vez, te permita salir con vida ante el fuego de sus torretas.

Otro de los elementos que hay que tener en cuenta es la potencia de la nave, que podemos redirigir a los diversos sistemas cuando necesitemos un punto extra. Cuando necesitemos hacer mucho daño de fuego podemos reconducir el flujo de potencia hacia las armas, pero si tenemos que huir de un ataque de un escuadrón enemigo podemos reconducir la energía a los motores, lo que nos permitirá girar más rápida y desplegar mejores maniobras de evasión. Siempre hay que estar atento la entorno y, aunque nos centremos en atacar un objetivo, siempre tenemos que revisar nuestra espalda para repeler posibles ataques.

Sólo a base de práctica, iremos dominando el vuelo y las acrobacias que nos permite realizar cada una de las naves de combate, además de sacar el mayor partido a su arsenal y a sus demás instrumentos para evadirnos, desviar misiles que vienen hacia nosotros gracias a las contramedidas, cargar los diferentes misiles en nuestra fuerza de ataque, repartir la energía para salir airosos de una situación complicada, auto reparara nuestra nave cuando hayamos recibido daño, etc. Para conseguirlo, es interesante atender a los avisos que nos hacen nuestros compañeros de escuadrón o nuestro droide asistente, que nos avisará si tenemos un caza a nuestra espalda y nos ha fijado en su radar para freírnos con sus láseres.

El resultado de esta gran variedad entre las diferentes naves y las opciones de personalización de sus armas y sistemas de vuelo consiguen generar unas batallas espaciales realmente divertidas y cargadas de acción. Los controles funcionan a la perfección y nos permiten vivir una experiencia de vuelo y combate como no recordamos desde los clásicos juegos de los 90. Si eres fan de Star Wars, esta es la experiencia de vuelo más satisfactoria que encontrarás en un videojuego. Y no te digo si lo pruebas con la Realidad Virtual (de PC o PS4), donde parece que estás dentro de la cabina de verdad.

Una vez que hayas disfrutado de todo el modo Historia, es el momento de conectarte y saltar al multijugador, el verdadero meollo de este título. Es aquí donde los grandes pilotos de combate se van a medir a otros pilotos a su altura en batallas online de lo más entretenido. El juego permite que saltes a una partida rápida o que configures tus opciones antes de jugar. Por supuesto, podrás elegir bando y nave para entrar en acción y lucir todas las opciones de personalización que hayas desbloqueado en el juego (tanto en la nave como en tu piloto).

El multijugador es muy divertido y es donde vas a pasar la mayor parte del tiempo, y precisamente por eso tenemos aquí la mayor pega que le ponemos a este título: la escasa cantidad de modos de juego (solo tiene dos) y de mapas disponibles (sólo hay seis localizaciones). Y, lo peor, es que parece que no hay planes a corto plazo por ampliar esto en forma de DLC.

El primero de los dos modos de juego online son las Refriegas, un divertido modo donde dos escuadrones se enfrentan a tumba abierta, sin objetivos marcados, aquí solo se cuentan las bajas y la habilidad individual de cada piloto en derribar cazas enemigos y mantener su pellejo a salvo. Este primer modo es una manera rápida y divertida de iniciarse en el modo online, pero realmente, el modo más espectacular y profundo es el segundo: Las Batallas de Flotas.

En las Batallas de Flotas vivimos verdaderas batallas profundas online, con distintos objetivos y momentos de ataque y defensa. Se trata de batallas de dos escuadrones, 5 contra 5, donde además de sus naves se enfrentan una nave insignia por cada bando y dos grandes fragatas. La batalla, de darse bien, cuenta con tres fases: en una primera hay que intentar centrarse en alminar los cazas contrarios (eso reduce la resistencia enemiga y hace subir la autoestima de nuestro escuadrón, una barra en lo alto de la pantalla). Esto hará que podamos centrar nuestro fuego en destruir sus fragatas, una empresa más complicada debido a sus escudos y su potencia de fuego. Si lo logramos, con nuestra autoestima por las nubes, la tercera fase nos llevará a tacar a su nave insignia (que cuenta con sus distintas mini-fases para ir destruyendo sus escudos, sus sistemas de energía, sus torretas, etc.).

El equipo que consiga eliminar la nave insignia enemiga se lleva la victoria. Pero lo normal es que esto no sea tan sencillo y que estas fases no sean coser y cantar. Entre una y otra, los cazas enemigos lucharán por cambiar las tornas y, de hecho, esto pasará muy a menudo y nuestro comandante nos pedirá que abandonemos el ataque y tomemos posiciones más defensivas, junto a nuestras fragatas o nave insignia, para protegerlas. Así, la barra de autoestima irá bailando de uno hacia otro lado, al igual que el devenir de la batalla. Se trata de un modo profundamente táctico, donde tendremos que elegir muy bien nuestros movimientos y coordinarnos con nuestros compañeros de combate. Un modo para pasarse horas pilotando y combatiendo, y subiendo el nivel de nuestro piloto y nuestra experiencia en combate (el modo Batalla de Flotas se desbloquea solo cuando llegas al nivel 5).

Star Wars: Squadrons es un fabuloso videojuego, realizado con un gusto y una factura técnica excepcional (genial gráficamente y en su apartado sonoro, con todas las voces dobladas al castellano de manera sublime). Se trata de un digno sucesor de una amplia tradición de juegos de batallas espaciales de Star Wars que llevaban unos años sin títulos. El Modo Historia es una pasada y ofrece suficientes horas de diversión para justificar su compra.

Pero el modo Multijugador es la verdadera guinda del pastel y funciona de maravilla (además con cross-play entre plataformas). Nos ha conquistado y pasaremos muchas horas enfrascados en las Batallas de Flotas pero se nos ha quedado un poco corto de contenido. Dos modos de juego y seis mapas es un catálogo muy pobre. Esperamos que EA Motive nos dé una alegría anunciando nuevo contenido para este apartado. Sería muy de agradecer, desde luego.