Análisis de Ghosts 'n Goblins Resurrection para Nintendo Switch

  • Sir Arthur se vuelve a calzar la armadura para salvar a la princesa Prin-prin

  • Todo un clásico de Capcom que vuelve en una edición soberbia para Switch

  • El juego original ha cumplido ya 35 años

Érase una vez un caballero andante de los de armadura brillante, lanza puntiaguda y princesa enamorada. Una felicidad compartida por ambos, un paseo por el bosque y una tragedia en ciernes. Unas fuerzas diabólicas, a todas luces celosas de la pureza del amor de ambos jóvenes y una acción que cambiaría el curso de la historia de nuestro protagonista.

Secuestrar a la princesa Prin-prin no es buena idea si quien se va a encargar de la tarea de rescatarla se llama Arthur y cuenta con el tesón como arma principal. Sobre este fondo de cuento se construye la nueva entrega de una saga tan mítica. Ghosts 'n Goblins Resurrection nos trae un cuento interactivo que va a poner a prueba el tesón de Arthur y el nuestro, y nos va a hacer valorar nuestra preciada Nintendo Switch por muchas ganas que tengamos de estamparla contra la pared. Porque esto es Ghosts and Goblins, y aquí hemos venido a sufrir.

Esto sí que era un juego difícil

La llegada de Ghosts 'n Goblins Resurrection es una de las más esperadas en Switch para este año, quizá no para todo el mundo, pero por supuesto para aquellos que nos dejamos a saber cuántas monedas de cinco duros en el bar de la esquina, cuando a los bares podían entrar niños solos y cuando en ellos había máquinas recreativas que nos hacían soltar la paga de la semana al salir de clase. Y lo hacíamos con la única intención de ver nuestras tres iniciales en lo más alto de la tabla durante el mayor tiempo posible, ese era nuestro gran logro. Por eso asistir al lanzamiento de una nueva entrega es todo un honor, máximo cuando hablamos de una serie que ha cumplido ya 35 años y cuyo último lanzamiento fue hace ya tres lustros. Porque esta nueva entrega es un clarísimo homenaje a los dos clásicos originales, por supuesto manteniendo esa tabla de puntuaciones como mayor aliciente.

Es extraño que un juego con este aspecto ochentero destaque por sus gráficos, pero Ghosts 'n Goblins Resurrection lo hace. El estilo retro que rezuma en cada píxel no está reñido con un apartado artístico sobresaliente, que nos evoca a los dibujos de los cuentos y nos ayuda a transportarnos a un mundo casi onírico con un aspecto que le va de maravilla a la vez que mantiene el estilo que ya es un sello de la serie. Al estilo también contribuyen las animaciones de los personajes, en especial las de Arthur, que mantiene su extraña forma de mover las piernas, algo que que ya se ha convertido en una característica plenamente reconocible. Además, aunque la cantidad de enemigos en pantalla sea alta -y te aseguro que habrá momentos en que lo va a ser- el juego se mueve con suavidad en todo momento, si exceptuamos un ligero retardo a la respuesta en el que ahondaremos un poco después y que se convierte en uno de sus puntos más débiles.

¿Y qué tal se juega?

En el aspecto jugable, ya lo hemos dicho, Ghosts 'n Goblins Resurrection es un infierno. Y no sólo por traernos algunas de las criaturas que lo habitan. Este Resurrection sigue el patrón de la saga. Estamos ante la que es posiblemente la más difícil de todas las entregas, quizá rivalizando con Ultimate Ghosts and Goblins, la iteración que vimos en PSP. Lo bueno en este sentido es que en esta ocasión tenemos para elegir cuatro modos de dificultad, Paje, Escudero, Caballero y Legendaria. Nosotros hemos jugado en dificultad caballero, y aunque es cierto que ya no tenemos ese toque y esos reflejos de la juventud, el juego en este nivel de dificultad es un auténtico desafío.

La dificultad Paje está pensada para aquellos que se impacienten por ver todo el juego, pero además de que no descubrirán el final auténtico jugando así, en esta dificultad se pierde prácticamente toda la esencia de la saga. No sólo es que la cantidad de enemigos cae drásticamente, es que cada vez que morimos volvemos a renacer en el mismo punto en el que lo acabamos de hacer. Esto hace que, por ejemplo, en los enfrentamientos con los jefes finales, podamos morir tranquilamente sabiendo que renaceremos con inmunidad momentánea y podremos acabar con ellos de forma tan fácil que no resulta divertido.

La forma de morir es la clásica de la saga, primero perderemos la armadura para morir de la forma menos digna posible cuando estemos en calzoncillos. A este respecto no quiero dejar sin decir que esos corazones que siempre habíamos visto en los míticos calzones de Arthur, en realidad no son tal, sino que se trata de fresas. Una sorpresa que nos hemos llevado al poder por fin ver la saga en HD. En el resto de niveles, la dificultad viene dada sobre todo por el número de sitios de respawn que tenemos. En todos los niveles (salvo Paje) hay al menos un punto intermedio que una vez alcanzado nos permitirá empezar desde él para no tener que andar todo el camino ya hecho.

Según aumentamos la dificultad, también lo hace el numero de enemigos, y se reduce por un lado el número de banderas de renacer y por otro la cantidad de veces que nuestra armadura soporta golpes antes de morir. Porque esa es una de las novedades de esta entrega, nuestra armadura puede recibir más de un golpe antes de desaparecer por completo, lo que nos ayudará a conseguir nuestra meta, pero no es la única.

Algunas novedades interesantes

El toque rolero nos llega en forma de árbol de habilidades. Aunque no es que sea nada fácil conseguirlas, a estas alturas seguro que ya has comprendido que esa palabra no existe en el universo Ghosts and Goblins, al final contar con ellas o no va a marcar la diferencia respecto a cuántas veces vamos a morir antes de poder avanzar. Porque elijamos el camino y dificultad que elijamos vamos a morir. Muchas veces. En este árbol podremos comprar poderes y habilidades que ya hemos visto en la serie, como el rayo que fulmina a los enemigos que toque, el doppelganger, que crea una copia temporal de nuestro héroe, o algunas nuevas como convertirnos durante unos segundos en una roca rodante o convertir a nuestros enemigos en ranas. Además de estas y otras magias podemos adquirir algunas habilidades como la que nos permite llevar más de un arma a la vez, que personalmente me parece la más útil de todas, porque es verdad que el agua bendita es un asco, pero hay situaciones en las que nos podría resultar más útil que el mismísimo puñal.

Hemos dicho también que podemos elegir camino, al menos al principio. Esta es otra de las grandes novedades de esta entrega, y es a su vez un homenaje a los dos juegos clásicos de 1985 y 1988. Podemos elegir entre el cementerio y el campo de tortura que vimos en ambos juegos respectivamente, aunque por supuesto con este toque moderno y los cambio pertinentes par que el homenaje no se convierta en copia. Estas dos primeras fases las podemos hacer en el orden que queramos, y sólo es obligatorio hacer una de ellas para completar la aventura, aunque la curiosidad nos hará volver a hacer la que no hayamos elegido más pronto que tarde.

La otra gran novedad es que por primera vez en la serie podemos contar con ayuda en modo cooperativo. Es verdad que todo el peso de la aventura cae sobre el primer jugador, pero si tenemos a alguien que quiera echar el rato sufriendo con nosotros, agradeceremos su ayuda eligiendo uno de los espíritus que nos puede acompañar en la aventura. La ayuda del segundo jugador consiste en tender puentes, desplegar un escudo mágico a nuestro alrededor o incluso recoger items, hadas y armas por nosotros. Una novedad interesante que esperamos sea explotada más ampliamente en las próximas entregas, porque aunque aún no hemos podido completar la segunda vuelta en modo leyenda, ya estamos deseando ver más y mejor Ghosts and Goblins.

En definitiva...

Los coleccionables en forma de hada, el afán por desbloquear todos los orbes, y por supuesto el clásico de la saga que nos hace volver a repetir la aventura para conseguir el final bueno son algunos de los motivos que Ghosts 'n Goblins Resurrection nos va a dar para jugar un rato más. Porque si le perdonamos ese pequeño lag que sufrimos en algunas ocasiones, en especial al saltar y disparar hacia atrás -algo esencial en algunas de las fases del juego- estamos ante la mejor entrega de la saga, con las mejoras lógicas que permite el avance de la tecnología y con otras sacadas de la manga que le sientan perfectamente a la serie. Con todo ello, estamos ante uno de esos juegos que vamos a querer jugar un rato más, aunque sea una partida corta antes de dormir. Eso y nuestro gusto por pasarlo mal, porque como decíamos al principio, esto es Ghosts and Goblins, y aquí se viene a morir.