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Ya lo podemos decir alto y claro: 13 Sentinels: Aegis Rim es la joya que apuntaba a ser cuando jugamos el Prólogo y os trajimos nuestras primeras impresiones. Vanillaware demuestra, una vez más, su buen saber hacer y nos deja con una obra muy especial que mezcla los géneros de novela visual y estrategia en combate. No dudamos en que muchos usuarios le darán la bienvenida para formar parte de sus listas personales de GOTY (Juego del Año) y será porque tiene razones de peso para merecer ser incluido en tal categoría. A continuación os lo explicamos todo detalladamente con tal de que no dejéis pasar la oportunidad de descubrir un juego diferente y único, que pasará a estar disponible en PS4 a partir del 22 de septiembre.
El argumento que plantea 13 Sentinels tiene un enfoque bastante especial, ya que dependerá de nuestras preferencias y estilo de juego el desentrañar todos los misterios que se esconden en la trama de una forma u otra. Como su nombre indica, se trata de trece centinelas, o mejor dicho, trece adolescentes que pilotan dichos mechas. Sus historias y la forma en la que se entrelazan suponen un puzle en sí mismo, aderezado por saltos en el tiempo y muchos otros elementos que forman parte de todo manual de ciencia ficción que se precie.
A medida que progresemos en la historia de un determinado personaje podremos desbloquear al resto y escoger con cuál continuamos descubriendo el argumento. Como hemos dicho, depende de nosotros y cómo prefiramos avanzar, ya que en salvo contadas ocasiones, tendremos siempre a más de un protagonista desbloqueado con el que poder jugar. Lejos de agobiarnos, esta libertad de mezclar partes de Aventura con Batalla a voluntad de cada jugador supone un soplo de aire fresco. La progresión no está regida de forma lineal y marcada, sino que se trata más bien de un gran árbol cuyas ramas podemos explorar libremente hasta conseguir descubrir el 100%.
A pesar de que en nuestro avance del juego dijimos que la trama de 13 Sentinels parecía apoyarse demasiado en referencias y similitudes con otras obras de culto del género de la ciencia ficción (como La Guerra de los Mundos, Evangelion o Madoka Magica), a medida que progresamos en la aventura nos daremos cuenta de que es mucho más que eso. Esas alusiones están claras sobre el papel y Vanillaware no ha tratado de esconderlas, sino todo lo contrario. Nos las presentan en bandeja, en un plato que va ganando en sabor y matices a medida que transcurre la historia.
A pesar de que podamos sentir confusión cuando presenciamos ciertos saltos en la línea temporal, aparición de seres robóticos misteriosos o de elementos que no nos cuadran en la trama, os podemos asegurar que en los compases finales quedará todo bien claro. Merece la pena llegar hasta el final y descubrir cada detalle para poder tejer así un mapa mental de los hechos y, si aun así nos perdemos, consultarlo y repasarlo todo en la tercera gran rama que encontramos en el juego: “Archivos”. Allí nos espera tanto una línea cronológica (general e independiente por cada protagonista) como detalles específicos de cada personaje, suceso o ítem relevante que necesitamos conocer. Vamos, que por mucho que pueda parecer lo contrario, no tiene pérdida.
La historia en sí y a grandes rasgos es lineal, ya que a pesar de que podamos descubrir un amplio árbol con múltiples opciones y ramas ligadas a cada personaje, si tomamos un determinado camino luego podremos volver atrás y explorar el otro. Ya sea a través de conversaciones, recuerdos, sueños o al concentrarnos en observar ciertos ítems, podremos progresar en la historia y llenar todos aquellos vacíos que la trama plantea. Así, tenemos el 100% asegurado y no hay pérdida ni forma de pasar por alto alguna escena por mucho que así pueda parecerlo en un inicio.
Juro Kurabe y Iori Fuyasaka son quienes aparecen desde el principio como personajes controlables. Esto nos hace creer que Juro es el protagonista y Iori la co-protagonista, pero a medida que completamos los Prólogos del resto de personajes y las opciones disponibles se abran todavía más, comprobaremos que no es así. Se trata de trece protagonistas y todos tienen un papel relevante que jugar en esta historia. Son mucho más que los elegidos para pilotar los trece centinelas y luchar contra la amenaza de los kaijus, que aparentemente llegan en cada línea temporal en la que se encuentran para traer consigo el mismísimo fin del mundo.
También son mucho más que adolescentes con problemas mundanos, por mucho que a Hijiyama le encante alejarse de las extrañas incógnitas que le rodean con un delicioso bocadillo de yakisoba en mano. Cada uno tiene su carácter y su forma de enfrentarse a cada situación y si no que se lo digan a Yuki Takamiya y a su célebre frase: “Yo solo les di unas yoyas a esos tres payasos” (sí, la localización al español es excelente).
Con mayor o menor conocimiento de lo que está ocurriendo en realidad, podremos acompañar a estos trece entrañables personajes para descubrir sus historias y motivos particulares. Se trata de personajes grises, construidos con gran maestría por el equipo de Vanillaware, por lo que se puede aplicar la frase de “las cosas no son lo que parecen”, ya que realmente no hay buenos ni malos, sino jóvenes tratando de descubrir quiénes son y en quién quieren convertirse.
La parte más directamente jugable del título se centra en batallas estratégicas en las que debemos comandar a un equipo compuesto por hasta seis pilotos de centinelas (a nuestra elección). Disponemos de una serie de complejos sistemas para gestionar todo ello, que van desde mejorar las habilidades de cada personaje usando Metachips (que obtenemos como recompensa en los enfrentamientos) a potenciar sus centinelas o personalizar sus armas. En un principio es abrumador, una sensación que es muy probable que tengáis al observar las imágenes que acompañan a este apartado, pero os aseguramos que no tardaréis en pillarle el tranquillo y así podréis lanzaros a luchar contra los kaijus sin miedo de una posible derrota.
Una vez en el campo de batalla, solemos tener la misión de proteger el terminal centra del ataque enemigo a la par que los eliminamos. Hay distintos tipos de kaiju, por lo que nos tendremos que adaptar a las unidades que se encuentren en el mapa para llevar a cabo una u otra estrategia, colocar nuestros personajes de forma más ofensiva o defensiva (lo ideal es que quede equilibrado) y ejecutar ataques efectivos contra esos enemigos determinados.
Por poneros un ejemplo práctico: podemos tener a Shinonome y Fuyasaka en el escuadrón con tal de que sus centinelas de segunda generación (hay cuatro tipos distintos y cada uno se especializa en un estilo de combate) coloquen Torretas Centinelas para proteger el terminal, a la par que se ocupan de las funciones de Escudos y Reparación si es necesario. Mientras, desplegamos a otros como Yakushiji, Amiguchi, Miura y Sekigahara para usar sus lanzamisiles, emisores PEM y otras habilidades y así tumbar a nuestros adversarios y conseguir una preciada S de puntuación final.
Este estilo de combate acaba enganchando y por mucho que queramos centrarnos en la parte más narrativa de la historia también querremos descansar de tanto texto y relaciones para salir al batallar y defender la ciudad. Como hemos mencionado, tendremos que conseguir el 100% de cada uno de los apartados para disfrutar del final del juego, el cual supone la guinda del pastel en una obra maestra que nos puede llevar aproximadamente unas 30 horas completar.
No hay más que observar las capturas adjuntas en este análisis para descubrir que la marca de Vanillaware es distintiva allá dónde está presente. El apartado gráfico de la obra es muy particular por su precioso estilo acuarela. Tanto los personajes como los escenarios nos dejarán impresionados, algo que queda reforzado por una iluminación muy cuidada y una paleta de colores suaves que en ocasiones nos hacen pensar que estamos inmersos en un cuadro pintado con gran maestría.
El apartado técnico no se queda atrás, ya que en la totalidad de nuestra partida no hemos tenido ni un solo bug ni problema y todo ha ido increíblemente fluido. Cambiar de un menú a otro con un simple click y menos de un segundo de espera es algo que se pretende lograr en la nueva generación y que 13 Sentinels ya presenta actualmente. Eso sí, cabe mencionar un descenso importante de los FPS al combatir, cuando hay una gran cantidad de enemigos en pantalla y lanzamos un ataque masivo de lluvia de misiles, por ejemplo.
Por último, su apartado sonoro contiene una BSO para el recuerdo, que sirve para aderezar cada momento y acompañar a la acción de cada escena. Las voces de los personajes en japonés están muy bien trabajadas y cabe señalar que el parche día uno contendrá también la versión inglesa de las mismas, las cuales mantienen alto el listón. La localización al español es simplemente una delicia y nos deja frases tanto épicas como emocionantes y otras con un toque de humor más que necesario para los tiempos que corren.
13 Sentinels: Aegis Rim ha supuesto toda una sorpresa y se ha colado en nuestra lista de favoritos de este año 2020. Se trata de un complejo puzle en el que cada pieza acaba por encajar de forma magistral y que podemos descubrir cómo prefiramos. Una historia apasionante, con unos personajes para el recuerdo y un apartado gráfico bellísimo.
En Videojuegos Cuatro no ponemos nota, pero si lo hiciéramos, se llevaría un 10. Ya sabéis, si os gusta la ciencia ficción, las novelas gráficas y las batallas de mechas, el próximo 22 de septiembre tenéis una cita en PS4. Si os llega a “hacer click” y la disfrutáis de verdad, esta nueva propuesta de Vanillaware y Atlus pasará a tener un lugar especial en vuestros corazones.
Hemos realizado este análisis gracias a una copia de PS4 proporcionada por Koch Media