Análisis de Minecraft Legends, estrategia y acción a golpe de bloques

El fenómeno de Minecraft es imparable y parece que el éxito de su fórmula no tiene cerca su fin. Mientras el juego principal continúa en sus múltiples plataformas con nuevos añadidos, mejoras, DLC’s y triunfando en el ámbito educativo, en el del diseño, etc. sus responsables siguen explorando cómo expandir la franquicia. Mojang, con Xbox detrás, ya han exportado los famosos bloques y el mundo de Minecraft a nuevos videojuegos, como el caso del título de acción rol Minecraft Dungeons, y ahora se acercan a la estrategia con Minecraft Legends.

Tras el desarrollo de Minecrat Legends está la propia Mojang Studios y Blackbird Interactive (responsables de títulos de estrategia en tiempo real como Homeworld: Deserts of Kharak o Crossfire: Legion) y se trata de un juego que mezcla la acción 3D con la estrategia. Manejaremos directamente a un héroe por el familiar mundo de Minecraft, con una cámara en tercera persona, pero a su vez daremos instrucciones a ejércitos de aliados para resistir las embestidas de legiones de enemigos sobre su mapeado.

Minecraft Legends mezcla acción y estrategia en una forma nueva de jugar. No profundiza demasiado en ninguno de los dos géneros, pero consigue una dinámica de juego que nos va enganchando y que no funciona mal. Además, mantiene la esencia suficiente de Minecraft para suponer un aliciente para los fans incondicionales del fenómeno de los bloques. El juego nos propone explorar un mundo de Minecraft lleno de vida y recursos, pero que ha sido amenazado por la invasión de los piglins, unos seres del Nether que quieren corromper la Superficie. Esta historia principal viene a ser una especie de leyenda sobre los orígenes del mundo que adoran y en el que juegan a diario millones de aficionados en el mundo. Por supuesto, la misión de nuestro héroe (un héroe anónimo cuya apariencia elegiremos al principio de la aventura) será liderar a nuestros aliados en batallas épicas para defender este mundo y detener a los peligrosos piglins.

Los entes creadores de nuestro mundo, los llamados Anfitriones, eligen a nuestro héroe, el único capaz de liderar la reacción ante esta oscura amenaza, y le piden que acepte la aventura de hacer retroceder a los piglins y salvar el mundo. Tras una pequeña introducción, estos Anfitriones nos enseñarán a controlar los aspectos básicos del juego en un sencillo tutorial. Aquí aprenderemos a mover a nuestro héroe a lomos de su inseparable corcel, a recolectar recursos (madera, piedras y otros recursos más valiosos), a construir estructuras y a invocar y liderar a unos seres denominados golems que serán los que se partan la cara en las batallas que vamos a tener que afrontar.  

El juego combina, por tanto, elementos de construcción, exploración y combate en un entorno muy familiar para los fans de Minecraft. Tras el escaso tutorial, salimos a la superficie y se nos deja un poco a nuestra suerte, sin mucha más información, lo que nos ha generado bastante confusión en los primeros compases. Aun así, aprendemos que temeos que buscar las aldeas cercanas y comenzar a protegerlas de los ataques de los piglins.

En el juego podemos crear nuestras propias bases, nuestras armas y hasta vehículos, así como reclutar a diferentes gólems con habilidades únicas. También podremos explorar biomas variados y encontrar mejores recursos, secretos y tesoros. Así, antes de sufrir ataques podemos preparar defensas, mejorar los edificios y reparar estructuras dañadas.

En las fases de combate podemos invocar tropas e impartirles órdenes, con un sistema un poco impreciso. Nos hemos topado muchas veces con momentos en los que los gólems no se dirigen hacia donde queremos y otras en las que su inteligencia deja mucho que desear. Si no les indicamos exactamente la dirección a un puente que cruza un abismo para que crucen y ataquen al otro lado, lo normal es que vayan en línea recta y se precipiten al vacío sin pestañear. Un elemento interesante es el de poder cerrar alianzas con otras criaturas para que se unan a nosotros en la lucha contra los piglins.

El modo historia del juego, ideal para aprender los fundamentos de su jugabilidad, puede jugarse en solitario o con un colega en modo cooperativo. Esta segunda opción es muy recomendable, primero porque hace que todo sea más divertido y, segundo, porque entre los dos es más fácil aprender a jugar. Una de las pegas del juego es la escasa información que se nos da sobre muchas de las opciones del juego, que sólo aprenderemos a base de palos y de probar y probar. Además, en la última fase del modo historia, la dificultad se incrementa de manera exponencial, lo que puede suponer un reto o un motivo de frustración para muchos jugadores.

Tras superar el Modo Historia, un aliciente del juego es su modo PvP multijugador, donde podemos dar rienda a todo lo que hemos aprendido de su mezcla de acción y liviana estrategia para protagonizar combates con otros jugadores. Este es, quizá, el modo más divertido y el que puede llamar la atención de la mayoría de los fans de Minecraft.

A nivel técnico no podemos poner ni una pega, ya que el aspecto gráfico respeta la famosa estética del universo Minecraft, como no podía ser de otra forma. A nivel artístico tiene su gracia y cumple y, sobre todo, es familiar para los fans de la franquicia.

En definitiva, podemos decir que Minecraft Legends es un juego entretenido y añade una mecánica original al universo Minecraft. Puede llegar a ser un título que sirva de puerta de entrada al género de la estrategia para nuevos jugadores que no suelen jugar a este tipo de títulos. Es cierto que se queda muy en la superficie, pero si que añade un componente estratégico interesante. Lo mejor, sus partidas multijugador.