Belón: “Recuerdo golpes, y un pensamiento de ojalá ya se hayan muerto mis hijos”

cuatro.com 16/11/2014 23:15

María habla del momento de la llegada de la ola, como una mujer escapaba con la toalla en la mano, mientras ella prácticamente hacía lo mismo con un libro, “La Sombra del viento”, que no pudo terminar hasta dos años después del suceso por lo que llaman shock post-traumático. Explica que lo que tardó en llegar la ola fue lo que tardó en gritar a su marido: “Quique, los niños”. Belón habla de golpes, golpes y más golpes, de asifixia, de ahogo y de querer que sus hijos no hubiesen pasado lo mismo.

A punto de cumplir diez años del tsunami, Maria Belón cuenta una vez más la historia y reconoce que en sueños ya se había imaginado una ola enorme llegando a la playa, y además opina que “las películas son muchos más suaves que la realidad”. El viaje era para resolver la incertidumbre acerca del futuro laboral de su marido.

María recuerda esa noche de Navidad en el hotel, donde a pesar de no celebrar la Navidad habitualmente, sí que la celebro aunque se marchó pronto a dormir. Todos madrugaron porque querían ir a una lavandería a llevar ropa sucia y aunque no estaba previsto decidieron que irían todos juntos. Pero antes se pegaron un chapuzón, justo antes de la llegada de la ola gigante. Y María intenta explicar cómo suena un tsunami.

María, tras el tsunami, no vuelve a ver a sus hijos hasta dos días después. Sale a la superficie, golpeada, y pierde la noción del tiempo, hasta que vuelve a oír la vida de uno de sus hijos, de Lucas. María romper a llorar y reconoce que “está flojita” en este momento de la entrevista con Risto. Dice que han vuelto a nadar todos pero que tardaron un tiempo en volver al mar, prácticamente un año.

María cuenta los momentos en los que todos ya están a salvo y las sensaciones que tienen cada uno, incluso llegar a pensar que lo que está pasando no es verdad debido al shock post-traumático. Cuando estaban saliendo a la superficie, entre golpe y golpe, es cuando escucha a su hijo pedirle ayuda para sacarlo del mar. María para la entrevista porque tiene frío y sigue contando la escalofriante historia. Entre otras cosas, cuenta el momento en que su marido emergió del agua sin encontrar, en un principio, a nadie.

María Belón reconoce no creer en Dios pero sí en el amor, en ese amor que mueve montañas, en el que consigue que la gente haga cosas maravillosas. Para ella, el motor es algo potentísimo que está tirando para adelante. María afirma que el enamoramiento dura un rato y que a su marido le quiere “mil millones de veces más que cuando nos casamos”. Belón recuerda el momento en que creía que se iba a morir en el hospital.