Una tarde más, las cámaras de ‘Todo es mentira’ se han desplazado hasta Malgrat de Mar para saber qué estaba pasando en el bar de Manolo, el hostelero catalán insumiso que parece dispuesto a coleccionar las sanciones de 30.000€ que las autoridades policiales proceden diariamente a entregarle. Sin embargo, está será la última vez que lo hagamos hasta que la noticia sea que su bar haya sido precintado por la Ley.
Con el cariño que el programa le ha cogido, ‘Todo es mentira’ con Risto a la cabeza, le ha explicado al hostelero que nosotros queremos que se cumpla la Ley y que no se ponga en peligro a otras personas. Entendiendo que Manolo quiera defender a los suyos, pero sin el más mínimo interés de seguir haciéndole publicidad, no volveremos a conectar con él hasta que se cierre su establecimiento: “Esperábamos otro desenlace, no queremos que te pase nada malo, pero queremos que se cumpla la Ley y te cierren el bar”.
Natalia Lombardo ha intentado hablar con las autoridades de Malgrat de Mar para saber por qué no se estaban tomando medidas contra el bar de Manolo, pero no ha conseguido que le atendieran y lo único que ha obtenido es una comunicación oficial de las medidas que las autoridades van a tomar contra él.
Convencida de que le estaba tocando “bailar con la más fea” y en parte molesta por la irresponsabilidad que estaba cometiendo Manuel Fernández, Montse Suárez se ha metido en su papel de letrada y le ha explicado a Manolo que a sus clientes les podía salir caro saltarse la ley y entrar en su bar a consumir, por no hablar de la posibilidad de que él tenía de acabar entrando en prisión.
Unas palabras que han molestado a Manolo, quién había sido informado de otro modo: “La gente es libre de entrar o no entrar y yo soy libre de dejarles entrar o no entrar… hablo por palabras de mi abogado… y la policía me ha explicado que se les tomará el DNI y que serán testigos en un supuesto juicio”.
Tras unos minutos de publicidad y por supuesto, pedir disculpas a Montse por alterarse, Manolo le ha explicado que a él le estaban asesorando y que no entendía que se asustara así a los clientes cuándo no era del todo cierto lo que decía. Momento en el que Montse se ha indignado y le ha dejado claro que ella no le dice a él cómo “hacer los huevos fritos”, que le estaba asesorando gratuitamente, pero que cuando le condenen por saltarse el “556 llámeme, en ese momento si le voy a pasar factura”.