La guerra de Ucrania ha puesto sobre la mesa una posible racionalización del gas de cara al próximo invierno. Europa depende mucho del gas ruso y la media europea es del 40%, aunque en algunos países es mucho más elevada. No es el caso de España, donde el año pasado solo supuso un 5% del total.
Con la amenaza de los cortes de gas sobre la mesa, se abre la posibilidad de que haya que recurrir a un racionamiento energético en Europa el próximo verano. Verónica Rivière, presidenta de ‘Gasindustrial’, nos explica cómo podría ser.
Según la experta, el racionamiento puede ser dentro de los tres tipos de consumo de gas que hay:
España está en una situación a priori mejor que en otros países europeos porque posee seis plantas de gasificación por lo que “nos puede llegar gas de cualquier país del mundo”, ha dicho la experta. El año pasado obtuvimos gas procedente de 14 países, lo que conlleva que podamos “suplir uno por otro sin problemas”. Pero otros países europeos no tienen esa posibilidad.
Rivière ha explicado que todos los países tienen unos planes de emergencia para reaccionar en el caso de que haya problemas con el abastecimiento de gas, por ejemplo, si hay una fuerte ola de frío. La medida más drástica es que cierren las industrias no esenciales para que puedan seguir funcionando las esenciales, como los hospitales.