Una víctima de Xavier Novell relata lo que ocurría en las cenas Alpha: "Cogí pánico y decidí no volver"

‘Todo es verdad’ ha hablado en exclusiva con Nuria, una víctima que acudía a las famosas cenas Alpha que organizaba el obispo emérito de Solsona, Xavier Novell. La entrevistada asegura que llegó hasta él en un momento de necesidad y que se encontró con una secta.

Para evitar “consecuencias”, nuestra invitada ha optado por hablar con la voz distorsionada y cambiarse de nombre. Nuria, que así es como hemos decidido llamarla, asegura que “en Solsona hay una secta muy grande y poderosa” y que “Novell es el que dirige todo el cotarro”.

En exclusiva para nuestro programa, la entrevistada ha contado cómo fue captada para asistir a las famosas cenas Alpha que organizaba el obispo emérito de Solsona. Cuenta que ella acababa de separarse, que estaba en una situación vulnerable y que fue interceptada en una parroquia por uno de los miembros de esa supuesta ‘secta’.

Lo que ocurría en el interior de las cenas Alpha

La testigo asegura que le ofrecieron “ayudas para pagar el alquiler” pero, a cambio, tenía que asistir a esas misteriosas cenas que se celebraban en Solsona y en las que ocurrían cosas de lo más llamativas: “Me vi obligada a ir para recibir esa ayuda”, explicaba.

Nuria narra que todos los asistentes estaban divididos en mesas de cinco personas y que en cada una de ellas había un miembro de la iglesia “que dirigía a las víctimas”. Después, cada mesa se iba “a una sala” en la que analizaban psicológicamente a las personas.

Según cuenta nuestra entrevistada, una vez que conocían toda la información, empezaban las ceremonias: “Te tumbaban en el suelo y hacían rituales (…) La persona que estaba tumbada empezaba a dar brincos como si estuviera poseído”, aseguraba Nuria.

Las consecuencias tras la marcha de las cenas Alpha

Nuria asegura que, tras ver los ritos que ocurrían dentro de esas cenas Alpha, decidió no volver a asistir a ninguna celebración más: “Cogí tal pánico que decidí no volver, ni con ayuda ni sin ayuda”, aseguraba.

“Cuando dejé de asistir, me insistieron, me llamaban con teléfonos ocultos… Me encontraban por la calle y era como si me quisieran cazar. Me ocasionaba ansiedad hasta tal punto que tuve que medicarme”, afirmaba Nuria, sobre su calvario tras decidir irse de esas cenas Alpha.

“En Solsona, el 70% de las personas están asociadas, porque hay más de una asociación y me consta que hacen reuniones a altas horas de la madrugada”, aseguraba Nuria.