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Samanta Villar ha tenido la oportunidad de conocer más de cerca a una de las actrices más reconocidas del país: Yolanda Ramos. La de Cerdanyola del Vallés salió de allí para conseguir su sueño de ser actriz. A la ciudad condal regresó esta vez como una mujer que no solo lo había logrado sino que llegó a ganar un Goya.
Yolanda revivió algunos momentos de su infancia en el callejón donde jugaba. Samanta le había preparado una exposición de fotos donde se la veía de pequeña junto a sus amigos y familiares. Yolanda se emocionó mucho al ver las fotografías, pero hablando con Samanta se abrió también solo algunos momentos duros de su vida.
La actriz, que se reconoce como una persona muy sensible, confesó que no recordaba haber sido feliz en la infancia. "No tuve una infancia feliz, cualquier cosa que pasaba en casa para mí era terrible (...) En este callejón soñaba con ser actriz. Me sentía fuera de lugar, eso es terrorífico. Ojalá nacer en la tribu que te corresponde pero no es así", le explicaba a Samanta.
"¿Tenías complejos?", preguntó la periodista. "Sí, tenía complejo de fea, de vaga, de sucia... Eso me duró hasta los veinte. Cuando entré en 'El Molino' hubo un cambio en mí", confesaba.
Cerca del callejón, en la terraza de su tío "donde se ve toda Barcelona", la esperaba su madre. Con ella descubrimos lo unidas que están madre e hija y conocimos otro duro episodio en la vida de Yolanda: las dificultades que tuvo para ser madre. "Tuvo al menos tres abortos", revelaba su madre.
"Me hice cinco in vitros. in vitrosLo llevé fatal. Fueron como 5 años con dos parejas diferentes. Una separación en medio. Todo en conjunto (...) Tuve mucho miedo durante el embarazo", relataba Yolanda. "No me ha sido fácil ser madre. Porque he sido muy mayor y he tenido que recurrir a la ciencia. La amo", añadía.
Finalmente Yolanda pudo cumplir su otro sueño. Ser madre. Y ahora lo es de la pequeña Charlote, de ocho años, quien le dio una sorpresa a la actriz junto a su marido, Mario, pareja con la que lleva once años.
"Este es mi presente", decía Yolanda muy emocionada al presentarlos. Precisamente de Mario había dedicado cariñosas y emotivas palabras asegurando que era "lo mejor" que había conocido en su vida".
Para Yolanda hacer el recorrido con Samanta Villar por los lugares más emblemáticos de su vida ha sido toda una vorágine de emociones. En primer lugar, la actriz fue con la periodista al lugar donde no iba desde hacía casi cuarenta años: ¡el piso donde nació!
Aunque su familia ya no vive allí, los actuales residentes permitieron que Yolanda se reencontrase con sus orígenes. También lo hizo con sus vecinas, con las que recordó muy buenos tiempos.
"Volver a mi habitación de pequeña fue muy duro y me removió cosas. Era extraño que en esa habitación yo hubiera soñado con ser actriz y salir de Cerdanyola y que ahora yo volviera con cámaras y todo un equipo de televisión", dijo después Yolanda Ramos.
La actriz salió con veinte años de la localidad catalana con un destino fijado: 'El Molino', el teatro cabaret que reunía a numerosas personalidades del espectáculo. "Pensé que era un cásting continuo", recordaba. Así que allí comenzó su carrera artística, siendo 'vedette'.
En 'Samanta y la vida con Yolanda Ramos', periodista y actriz han vuelto a ver esa sala que se vistió con plumas y lentejuelas en pleno espectáculo. Un emotivo momento con el que Yolanda enloqueció al ver de nuevo iluminado 'El Molino'.
Para Yolanda también ha sido una sorpresa que algunos de sus amigos hayan participado en el programa. Es el caso de José Corbacho y David Fernández, que la sometieron a un cásting improvisado. ¡Yolanda acabó imitando a María Teresa Campos!
Por si fuera poco, Santi Millán fue otro de los que consiguió dejar a Yolanda ‘en shock’
al vestirse como su ídolo de la juventud, ¡Leif Garret!