Jesús Calleja ha conseguido su objetivo. Ha reunido a Juanito Oiarzabal y a Edurne Pasaban después de años sin hablarse. Con un abrazo han sellado su perdón, dejan atrás el mal rollo creado una década atrás y recuerdan el origen de su amistad y alguna que otra batallita: “Yo he ejercido de padre, le he dado consejos y ella ha sido una rebelde porque ha hecho lo que le ha dado la gana”.