El tribunal sentencia que la conducta de La Manada tras salir de la cárcel avala su libertad provisional

Dos de los tres jueces del tribunal hacen suyo un argumento del abogado de La Manada: "No vamos a jugar a ser adivinos". Es literal. Aquí "adivinar" es apreciar (o no) el riesgo de fuga o reiteración delictiva. Los magistrados consideran que la conducta de los encausados fuera de la cárcel no avala su reingreso. Y sustentan su tesis, por ejemplo, en que el exmilitar Alfonso Cabezuela fuera expulsado del ejército: "No recibe ingreso alguno. Tal carencia no incrementa el riesgo de fuga, sino que lo limita". Tampoco les vale que Ángel Boza haya sumado dos condenas a su historial: una por hurto y otra por lesiones. "Afectan a bienes jurídicos muy diferentes y más livianos que los que han determinado su condena por un delito de abusos sexuales", concluyen los jueces. Tampoco que cuatro de los cinco estén pendientes de otro juicio, procesados por una juez de Pozoblanco, por un supuesto delito de abusos sexuales. Por ello, asociaciones de mujeres juristas no comparten el criterio de los jueces. La Manada seguirá libre hasta que el Supremo se pronuncie sobre los recursos en contra de la condena a nueve años de por abuso sexual. Su margen para modificar la sentencia es limitado. La única opción para aumentar la pena, dicen expertos juristas, sería condenarlos, no por un abuso, sino por cinco.