El fundador de Instagram: de rechazar a Facebook a ganar cientos de millones

La pasión por la fotografía y la idea de compartir de Kevin Systrom se hizo realidad en octubre de 2010, en colaboración con Krieger Mike, con el nacimiento de Instagram. Pero lo que Systrom no sabía es que años después esa compañía le reportaría 400 millones de dólares (unos 300 millones de euros, el 40% de la compañía) tras ser adquirida por un pretendiente que, por cierto, ya le había rondado: Mark Zuckerberg.

Kevin Systrom tuvo una gran idea, pero lo que seguro que nunca imaginó fue que tras rechazar a Mark Zuckerberg en 2004 cuando ambos eran compañeros de clase en Stanford, este volvería a cruzarse en su camino de forma determinante años después.

Todo ocurrió durante su época en la Universidad de Stanford cuando cursaba la carrera de gestión de empresas. Durante ese tiempo, Systrom recibió la llamada de Mark Zuckerberg que por aquel entonces estaba dando vueltas en el mismo centro a una red llamada Facebook. Sin embargo, Systrom dijo que no a formar parte del proyecto porque quería seguir centrado en sus estudios.

Aunque rechazó a Mark Zuckerberg, tiempo después Systrom sí colaboró en algunas de las empresas que se han convertido en la actualidad en gigantes de la industria tecnológica, como Odeo -que más tarde se convirtió en Twitter- y Google, en algunos de sus primeros productos, como Gmail y Google Reader.

A pesar de trabajar para algunas de las compañías más importantes de Internet, Systrom continuaba con una idea que rondaba su cabeza desde hacía años. Quería crear una red social donde los usuarios pudieran compartir de forma fácil fotografías, sin tener que comprimir archivos ni tener que grabarlas en un soporte físico. Su idea era crear un sitio donde colgar las fotografías, compartirlas y si los usuarios querían, descargarlas. Esa idea tomó forma el 6 de octubre de 2010, cuando una aplicación llamada Instagram llegó a la App Store de Apple.

El desarrollo de Instagram, que permite realizar fotografías, añadir filtros y compartirlas con otros usuarios se inició en San Francisco, cuando Kevin Systrom y Krieger Mike optaron por centrar sus conocimientos y experiencia en HTML5 en un proyecto de fotografía móvil.

Dos meses después de su lanzamiento, la red social ya consiguió su primer millón de usuarios y seis meses después llegó a los cinco millones, con tan solo dos empleados. En julio de 2011, ya se habían subido 100 millones de fotografías a la red social y en agosto ese número llegó a los 150 millones, con 7 millones de usuarios. Por aquel entonces, el equipo de Instagram contaba ya con seis empleados.

El verano de 2011 fue determinante para la empresa, pues su mensaje comenzaba a extenderse con celeridad por las redes sociales, ganaba presencia en los medios de comunicación y las descargas comenzaban a crecer de forma exponencial. De esta forma, poco más de siete meses después, Instagram ha seguido creciendo hasta llegar a los 27 millones de usuarios en marzo de 2012 y ha dado el salto a otra de las grandes plataformas móviles, Android.

Su relación con Facebook

Aunque hace años el fundador de Instagram decidió no trabajar para Mark Zuckerberg, la aplicación ha vivido este año su mejor momento y desde hace tiempo despuntaba. Eso llamó la atención de Facebook, que llevaba tiempo barajando lanzar sus propios filtros para la red social y así competir con la hasta hace poco pequeña compañía de San Francisco. Sin embargo, Instagram no estaba preocupada porque Facebook crease una experiencia similar dentro de su sistema, pues ambas redes sociales suponen una "experiencia totalmente diferente", tal y como lo explicó el propio Systrom en una entrevista el año pasado.

"Utilizamos seguidores como Twitter, lo que supone un punto muy grande de diferenciación. Mis amigos de la red no necesariamente tienen que sacar las mejores fotos. La razón principal por la que Instagram trabaja es que el usuario puede seguir a cualquier otro usuario y empezar a seguir sus fotografías de inmediato", relató. De esta forma, Systrom auguró que los filtros sí podrían suponer un éxito para la red de Mark Zuckerberg pero que esto no sería competencia directa para Instagram.

No debía ir desencaminado el fundador de Instagram, puesto que Facebook cambió de estrategia y puso el punto de mira en la "pequeña" aplicación. Meses después de las declaraciones de Systrom, esta misma semana, Mark Zuckerberg confirmó que adquiría Instagram, la empresa fundada por aquel Systrom de Stanford que rechazó trabajar con él. El montante de la operación asciende a 1.000 millones de dólares, una cifra nada despreciable teniendo en cuenta que en febrero de 2011 Instagram estaba valorada en 7 millones de dólares (5,2 millones de euros).

Empezó como algo pequeño, inspirado y con encanto. Lo que nadie puede negar tan solo año y medio después es que Systrom consiguió convertir su pasión por la fotografía en un red social de auténtico éxito. Esa pasión también le reportará una importante suma en beneficios. Con tan solo 28 años de edad, Systrom posee una participación del 40 por ciento del negocio de Instagram, lo que tras la adquisición le supone una ganancia inesperada de 400 millones de dólares (301 millones de euros), en menos de dos años.