El riesgo medioambiental que esconde apilar piedras en las playas

La moda de apilar piedras en las playas, aparentemente inocente, está arruinando los ecosistemas costeros de Baleares y Canarias. Los turistas se dedican a hacer montículos con las piedras que encuentran en el entorno, se hacen un selfi y dejan sin saberlo un ecosistema alterado. Todo porque cuando se remueven las rocas de lugar, se destruye el hogar de muchas especies autóctonas. Varios expertos afirman que estas creaciones pueden afectar a los animales y plantas que vivan en la zona. Aún así, el sector del turismo no lo contempla como algo negativo y creen que es "un atractivo turístico" que "no piensan quitar".