Así es el trabajo de los mineros de Asturias, un cuerpo de élite
Los mineros asturianos son un cuerpo de élite acostumbrados a hacer complicados rescates, desplazamientos por tuberías, desescombrado de túneles… Los expertos dicen que son los mejores del mundo.
Para sacar a Julen bajarán los 70 metros de la perforación vertical -una vez haya sido encamisada sin las dificultades lo permiten- en una jaula diseñada para este operativo por los bomberos de Málaga y forjada contra reloj por dos herreros de la provincia.
Los mineros bajarán de dos en dos y con ventilación porque trabajar allí abajo es muy complicado. Estos hombres pondrán en riesgo su vida para salvar a Julen, a quien esperan encontrar con vida. Tendrán que enfrentarse no solo al riesgo de respirar polvo, sino al hecho de tener que trabajar en un terreno que no conocen y con un equipamiento muy pesado. Hablarán con el exterior vía telefónica.
No saben qué se van a encontrar pero están preparados para todo. Tendrán que excavar de forma manual un túnel, ligeramente ascendente para facilitar la caída de material, que unirá el pozo donde está el niño con la perforación de 70 metros. Su excavación tendrá un metro de ancho por un metro y 20 centímetros de alto. Trabajarán de rodillas y, a veces, tumbados por turnos de no más de una hora.
El acceso horizontal lo harán picando con martillo neumático de aire comprimido y con "una pala echando el material hacia atrás", ha explicado Santiago Suárez, exjefe de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa. A medida que los mineros avancen, sostendrán el techo y los laterales mediante el sistema de posteo típico de la minería de carbón. En el caso de que encuentren roca muy dura, tendrán que ir a "microvoladuras" llevadas a cabo con explosivos no rompedores.
Aunque después de tantas complicaciones, casi nadie del operativo de rescate se atreve a dar plazos, lo cierto es que la brigada de Salvamento Minero tardará al menos 24 horas en llegar a Julen.