Esposa infiel obligada a indemnizar a su exmarido tras reconocer que sus tres hijos no son suyos
PixabayLa convivencia entre Richard y Kate se rompió en 2007 con un divorcio que le costó más de cinco millones de euros. La separación no le impidió seguir disfrutando de sus tres hijos, el mayor, de 23 años y los gemelos, de 19. Pero casi una década más tarde, una prueba médica le dio la vuelta a su vida de la peor forma posible.
En 2016, un médico informó a Richard que padecía una enfermedad hereditaria, fibrosis quística y que los varones que la padecen son estériles y, por lo tanto no podía ser el padre biológico de sus tres hijos, como informa el 'Daily Mail'.
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La conmoción no ha impedido seguir considerando a los tres niños como a sus hijos pero ahora sabe que el padre biológico es otro. Y eso a pesar de que Kate confesó su infidelidad pero negó que su amante fuese el padre de los tres varones ya que siempre usó preservativos en su relación extramarital.
Pero la prueba de ADN terminó por sacar a la luz la verdad y obligar a Kate a reconocer que todo fue un engaño que mantuvo una relación con otro hombre a finales de la década de los 90.
Richard no tiene la certeza de quién es el padre biológico de sus hijos pero tiene sus sospechas. En los años en los que su esposa le fue infiel y nacieron los bebé, ella se interesó de forma desmedida por la religión judía, además se negó a que fueran bautizados y los nombres de los tres son de origen judío.
La sentencia que ahora ha condenado a Kate a devolver a su exmarido casi 300.000 euros impide también que se conozca quién es el verdadero padre de los tres niños.