Las llamas siguen avanzando en el incendio de Llutxent
Ha sido una noche muy complicada. Se esperaban lluvias pero la tormenta se volvió en su contra y terminó convirtiéndose en un infierno. Un cambio repentino en la dirección del viento lo descontrolo todo y el fuego se acercaba cada vez más a Gandía. Lo que comenzó con un rayo, se ha convertido ya en el peor incendio del verano. Tras una noche durísima, el día amanece igual luchando cuerpo a cuerpo con el fuego. Dos focos siguen activos y la extensión quemada va en aumento ya son casi 2900 hectáreas arrasadas. Es muy difícil que los medios terrestres lleguen a lagunas zonas donde hay desniveles de hasta 40 metros, por eso solo se puede llegar por aire. Desde primera hora ya 25 aviones y 600 efectivos los que trabajan sin descanso para frenar el fuego. La UME tiene 300 militares haciendo una línea de defensa para que las llamas no lleguen a las urbanizaciones de Gandía. Hoy se esperan lluvias pero los agentes no son optimistas porque temen que vuelva a pasar lo de ayer y que el viento lo vuelva a descontrolar todo.