Las previsiones “favorables” dan esperanza a los efectivos que luchan para perimetrar el fuego de Llutxent

Hasta 28 medios aéreos y 700 efectivos terrestres trabajan sin descanso y jugándose la vida por evitar lo que hasta ahora ha sido inevitable: que el incendio declarado en Llutxent, Valencia, continúe avanzando sin control. Las dificultades asociadas al terreno, con zonas inaccesibles a pie, sumadas a la fuerza del viento, hicieron de la pasada noche un momento terriblemente complejo. Esperaban que la lluvia les echase una mano, pero el viento cambió su rumbo y les puso en jaque: “Era como un pequeño torbellino que provocó unas lenguas de fuego”, ha explicado el director de Emergencias de la Generalitat de Valencia, José María Ángel.

Así, el fuego se ha extendido ya hasta otros cinco municipios, siendo Gandía el más afectado.

De momento, ya son casi 3.000 las hectáreas arrasadas.

No obstante, y por fortuna, hoy a primera hora de la tarde el viento de levante ha facilitado el trabajo, y además, la previsión arroja un ápice de esperanza: “La situación ahora mismo es más favorable que ayer”, ha apuntado el inspector jefe del Consorcio de Bomberos de Valencia, José Miguel Baset.

Con ello, los efectivos confían en poder perimetrar el incendio cuanto antes.