Con gritos e insultos era recibido ayer el hombre acusado de degollar a su hija de dos años en Alzira cuando regresó al lugar del crimen, la vivienda familia, para realizar un registro policial. Mientras, la familia de la madre de la pequeña se reunía con el Ayuntamiento, que ya ha dicho que les ayudará con los gastos del entierro de la pequeña. La falta de recursos económicos pudo ser una de las razones por las que la mujer no se separó del presunto asesino de la pequeña.