La familia de Hodei Egiluz espera confesiones durante el juicio para esclarecer el caso

Un joven desorientado y aturdido deambulando por las calles de Amberes. Es la última imagen de Hodei antes de desaparecer hace cuatro años. Con los tres acusados que aquella noche le robaron la cartera y el móvil. Los padres del vizcaíno de 23 años parten con la teoría muy clara de que si no hay atraco, no hay desaparición. Aunque lo único que se juzgará es el robo. Hodei volvía de una fiesta cuando le asaltaron tres personas. Salió corriendo y en su huida se topó con estos jóvenes. Atemorizado, les dijo que le querían violar. Pasaron días, meses y años y después de más de 3.200 horas de búsqueda, su cuerpo apareció en febrero del año pasado en el río de la ciudad. Su familia se dirige al juicio buscando confesiones.