En un comunicado, las religiosas de la congregación a la que también pertenece Caram, aseguran que respetan y quieren "como hermana" a la monja argentina y afincada en Cataluña pero no se "identifican" con sus declaraciones.
Además, consideran que "no es compatible su condición de dominica contemplativa con su actividad en los medios de comunicación social, especialmente en aquellos en los que se niegan y ridiculizan las verdades más sagradas de la fe católica".