El pocero y el dueño de la finca dan versiones distintas ante la jueza
Noticias Cuatro
30/01/201909:02 h.¿Por qué el pozo no estaba sellado? ¿Era ilegal? ¿Cayó algo dentro después de la caída de Julen? Estas son algunas de las cuestiones que la juez intenta hoy aclarar con el testimonio del pocero y el dueño de la finca. Pero sus declaraciones son contradictorias.
¿Existía la documentación en regla del pozo?
El pocero que ejecutó la obra ha señalado que David, el tío de Julen le dijo que tenía la documentación para hacer el pozo pero no se lo pidió porque ya había otros pozos hechos en la finca y se fió. Mientras tanto el dueño de la finca señala que no pidió la licencia para el pozo porque pensó que el pocero era un especialista y se fió de que él llevara a cabo todo el proceso burocrático.
¿Estaba tapado el pozo?
El pocero dice que le puso una piedra encima de 15 kilos y que a partir de ese momento la responsabilidad era del dueño de la finca. El pocero señala que cuando volvió a ver el pozo después de la caída de Julen la tierra se había removido y no había zanja. El dueño de la finca dice que el pocero se llevó la maquinaria y dejó el pozo sin tapar.
¿Cómo se formó el tapón?
El tío de Julen ha declarado que el padre del niño apartó piedras y material para que nada cayera encima del pozo.
La juez deberá llegar a una conclusión tras las declaraciones y las opiniones de testigos
La juez del caso Julen busca depurar responsabilidades y saber por qué el pozo no estaba cubierto. Ahí está la clave. Los primeros en declarar han sido el pocero y el dueño de la finca. Con la ley en la mano el hecho de que el pozo estuviera destapado convierte un terrible accidente en un homicidio imprudente.
El director de la Guardia Civil, Feliz Azón, que ayer se apresuró a visitar a los agentes de montaña que participaron en el operativo de rescate que duró 13 intensos días, dijo que “todo el mundo piensa que es un homicidio imprudente presuntamente”.
El pocero tapó el agujero, como ha declarado ya en varias ocasiones. El hombre hizo en la misma finca otras dos catas que si están tapadas y dice que el dueño de la finca, David, familiar de Julen, le dijo que tenía los permisos. Una de las hipótesis que se barajan es que la piedra que se supone que puso el pocero se moviera cuando se hicieron obras para la construcción de una casa, también ilegal, en la finca.
La Guardia Civil trabaja al 1.000 por 1.000 para acabar la cuanto antes la investigación porque, según explicó ayer Azón, “le interesa saber el resultado final a toda la sociedad”, dijo.
Hoy los dos pozos están sellados con planchas de acero y los dos agujeros están ahora al mismo nivel pero el pozo que atrapó a Julen antes estaba en una zanja con un muro de contención que lo rodeaba. La Guardia Civil cree que ese muro fue una trampa mortal para el niño, que no tuvo escapatoria. Puede que la familia pensara que ese pozo no era un peligro porque era imposible que nadie pudiese colarse por ahí.
Los agentes han tomado declaración a toda la familia de Julen y a todos los que intervinieron en las obras que encargó el dueño de la finca para hacerse la vivienda. La jueza determinará quién es el responsable penal de la muerte de Julen. Podría ser condenado hasta cuatro años de cárcel.