El arzobispo de Toledo invita a la fe, porque es "la luz de la esperanza", y pide no quedarse "en lo folclórico"

En la homilía con motivo de la misa por la Festividad de la Virgen del Sagrario, patrona de la ciudad, en su noveno año como arzobispo --como él mismo ha recordado--, Rodríguez ha indicado que esta fe es "la luz de la esperanza" para mucha gente "defraudada de tantas cosas".

"La Virgen tiene su puesto, esto no es barullo, es una realidad organizada, de arquitectura, de escultura, es un ámbito de sacramento. Necesitamos esto, vivirlo con fuerza y alegría, mirando a la madre del Señor", ha asegurado.

Ha rechazado la idea de creer que la fe es una "cosa abstracta e incomprensible en una vida moderna", pues, ha confesado que él mismo "tiene un lío de lo que es moderno y lo que no es", considerando que "lo natural no es blasfemar sobre Dios, ni apartarse".

Se ha referido, precisamente, a todo aquel "que está apartado de Dios", y ha señalado que no debe temer, "porque la misericordia de Dios lo va atraer", por lo que, a su juicio, "hay posibilidad de recuperación".

El primado toledano ha incidido en que "hemos sido creados con un acto de amor de Dios, a su imagen y semejanza", rechazando la idea de que el ser humano sea fruto de "un azar", al tiempo que ha puesto en valor la figura de la Virgen, una "mujer de Nazaret, sencilla, que no tiene nada de quedarse para ella".