El chófer, con siete años de experiencia, habría tenido problemas de salud en el pasado y había estado de baja por mareos y vértigos. Sin embargo, había pasado el último reconocimiento médico y en el mes de abril, la empresa, le consideró apto para el servicio.

También el vehículo había pasado todos los controles reglamentarios. La ITV la pasó en marzo y la última revisión mecánica el pasado 19 de agosto. La compañía Alsa en un comunicado ha explicado que ha abierto una investigación y que está a disposición de las autoridades.

El autobús se empotró en un pilar de la autovía y quedó prácticamente partido por la mitad. Hubo cinco fallecidos. Cuatro personas murieron en el acto y una quinta cuando era trasladada al hospital. Además, quince personas han resultado heridas, entre ellas el conductor, que ha perdido una pierna y que se encuentra muy grave.

Avilés y toda Asturias están de duelo, se ha decretado una jornada de luto por el siniestro de línea que cubría la ruta entre Cudillero y Gijón.