Vendían botellas de vino de 19 euros por 1.900 euros

La denuncia de un ciudadano danés hizo saltar las alarmas el pasado mes de enero. Había comprado tres botellas de Pingus en una subasta por internet pero al recibirlas algo le pareció sospechoso: llevaban un embellecedor y una etiqueta falsas.

Así comenzó la denominada "Operación Tag" que condujo a la Guardia Civil hasta un prestigioso restaurante de La Coruña regentado por una familia de colombianos, con acceso restringido y lista de espera de al menos tres meses. En los bajos del local los agentes descubrieron un taller clandestino en el que rellenaban las botellas con vino de otras marcas y después las reetiquetaban para comercializarlas como exclusivas.

Estas botellas se vendían en el restaurante pero también por internet, a través de una página web con sede en Arroyomolinos. También han descubierto otros dos almacenes en San Pedro de Alcántara y Marbella, por lo que la red se da por desarticulada.

La organización compraba palés con 500 botellas de vino a 19 Euros cada una. Incluso organizaban catas para descubrir qué vino era el que más se parecía al que querían falsificar. Contaban con troqueladoras, sellos, tampones, moldes,planchas metálicas y otras herramientas hechas a mano para imitar a las de prestigiosas firmas y las vendían por casi dos mil euros cada una.

Cuatro personas han sido detenidas y otras cuatro están siendo investigadas. Tienen entre 25 y 71 años. Están acusadas de organización criminal, contra la propiedad industrial,contra la salud pública, estafa y blanqueo de capitales. Se calcula que desde el año 2014 vendieron más de 1500 botellas, por lo que pudieron defraudar más de un millón y medio de euros.